"Se hace un poco tarde, mi vida
No hay tiempo que perder"
Hermano Hormiga
No estaba cansado, no tenía sueño, ya había leído bastante en el día, tampoco quería "adelantar" trabajo.
Me acordé que días atrás había venido un amigo y me marcó en una plataforma audiovisual películas que me recomendaba. Era lo mejor que podía hacer.
Entonces di vuelta el sillón de tres cuerpos, lo dejé en posición para ver la tele acostado, de frente a la pantalla, y puse Lobster, la película de Yorgos Lanthimos, estrenada en 2015.
La iba a ver casi diez años después. Hacía calor, prendí el aire acondicionado. Puse play.
La película es una distopía que maneja muy bien el absurdo, la parodia, el humor. Pese a algunas escenas fuertes (y bastante crueles), no exhibe la ferocidad sin respiro de la serie El cuento de la criada, basada en la novela de Margaret Atwood.
El mundo de Lobster es una sociedad donde se castiga de manera peculiar a quienes no están en pareja. Primero se les retira de la ciudad y se los lleva a un hotel. A partir de ese momento, hombres y mujeres tienen 45 días para encontrar nueva pareja. Si no lo consiguen, serán convertidos en el animal que prefieran.
David, el protagonista principal interpretado por Collin Farrell elegirá, si fracasa, una langosta.
Hombre y mujeres que escapan de ese mundo se van a otro alternativo, irreverente, propio de lo anti-sistema, que pese a su nulo confort pareciera mostrarse más amable, más noble.
Sin embargo está construido también bajo reglas absurdas y dolorosas, la peor de todas, la prohibición de enamorarse, y los castigos que ejercen, también despiadados en el uso de la crueldad.
No está de más señalar el papel de Lea Seydoux, líder de Los Solitarios, cuando en una de las escenas de la película, enojada por la violación a la regla respecto del amor por parte de David y de su reciente enamorada Mujer miope, papel a cargo de la actriz Rachel Weisz, ordena a él a construir su propio pozo, el lugar donde va a ser enterrado cuando muera, y a ella, someterla a una atroz cirugía.
La película no propone una salida, justamente todo lo contrario.
Desnuda las contradicciones en las parejas que se mantienen ya sea por hastío, costumbre y/o conveniencia, y la idea del <amor romántico>, como si la sola coincidencia en algún o algunos rasgos fueran suficientes para decidir compartir la vida.
Dir. Yorgos Lanthimos