Suele decirse que los libros muchas veces actúan como radiografía
de una determinada época y la dictadura cívico militar argentina de 1976 ha
producido abundante material literario sobre el tema.
La incertidumbre, el miedo y la paranoia son rasgos que
suelen aparecen, muchas veces inevitablemente, en las historias que supieron
narrar escritores como Martín Kohan, Laura Alcoba, Felix Bruzzone, Guillermo
Saccomanno, Juan José Saer y Antonio Dal Masetto. Novelas que no sólo se
leyeron y se siguen leyendo en nuestro país, sino que también tienen un
recorrido de circulación y lectura en otros países.
Esta novela fue editada por primera vez en la Argentina en
el año 1998, pero lo interesante es que ese texto tuvo su origen como una serie
de apuntes que Dal Masetto fue escribiendo durante la semana previa a la final
de la Copa del Mundo 1978 entre Argentina y Holanda, en plena dictadura.
Fue a los mediados de los años ochenta que el cineasta
Rafael Filipelli le pidió un guión sobre este tema a Dal Masetto para realizar
una película de cine (estrenada en 1985) que llevó el mismo nombre “Hay unos
tipos abajo”.
Recién en 1998, Dal Masetto publicó esta novela, con el
mismo título.
Pablo dejó la
bolsa del mercado en el piso, abrió la puerta del edificio, la aguantó con la
rodilla y cuando estaba por entrar lo detuvieron unos bocinazos y gritos que se
acercaban:
—Argentina,
Argentina.
El alboroto
impresionaba como una larga caravana, pero eran sólo tres autos que venían
bajando por la calle Paraguay, con muchachas y muchachos asomándose por las
ventanillas y agitando banderas. Cuando pasaron frente al edificio, una
rubiecita de voz ronca echó medio cuerpo afuera, estiró los brazos hacia Pablo
y le lanzó un beso:
—Argentina
campeón del mundo, mi amor.
Pablo los
miró irse sin hacer un gesto.
***
Autor: Antonio Dal Masetto
Título: Hay unos tipos abajo
Editorial: Penguin Random House Grupo Editorial
Sello: DEBOLSILLO
Formato, páginas: RUSTICA BOLSILLO, 128
Medidas: 12,5 X 19 mm
ISBN: 9789875664135
Colección: Contemporánea
LA PELICULA ME GUSTO, LO QUE LAMENTO QUE BRANDONI SUFRIERA TAL ANGUSTIA QUE LO VOLVIO PARANOICO Y MACRISTA...
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