sábado, 2 de noviembre de 2013

Jonas Mekas, "Ningún lugar adonde ir"


"Cuando dejé mi hogar, cuando dejé mi pueblo (cuando tenía doce años hice una lista de todas las personas de mi pueblo y encontré -si mal no recuerdo- 22 familias y 98 habitantes), cuando partí en un viaje que finalmente me llevó a recalar en Nueva York, tenía veintidós años. Ya era entonces un joven de cierta reputación. Durante más de un año había trabajado como redactor de un semanario de provincia. Había trabajado como editor técnico de un seminario semiliterario nacional durante otro año. Había publicado mis primeros poemas y había creado un escándalo en el "mundo" literario de Lituania con lo que hoy llamaría ataques estúpidos y maliciosos a algunos de los escritores y poetas de las generaciones precedentes.
Era evidente que estaba bastante involucrado en la vida que me rodeaba. Pero había algo extraño en mí: mi propia vida, mi pasado, mis raíces, mis ancestros, me resultaban completamente ajenos. No me interesaba en absoluto mi vida ni mi entorno inmediato. Por ejemplo, hasta los veinte años no tengo recuerdos de qué comíamos. Todo lo que recuerdo es que mi madre solía repetir: "A comer, ya basta de libros, por favor. Siempre frente a un libro. Hay que alimentarse mejor". Si alguien me pregunta qué comen los lituanos no sabría qué responder.

A los diecisiete años es probable que hubiera leído todo lo que se había escrito en lituano, incluidas las revistas y los diarios del pasado. Los había leído y memorizado a todos. Tanto es así, que algunos de mis amigos más grandes del ambiente literario de la capital, cuando no podían recordar dónde había aparecido algún artículo, solían decir: "Ah, pero está este chico en aquel pueblo, por qué no le pregunta, él debe saber". Y yo siempre tenía la respuesta. Pero no sabía quiénes eran mis sobrinas o primos o tías ni ninguno de mis parientes. Mis ancestros eran los poestas, los filósofos y los enciclopedistas, vivos y muertos".

Jonas Mekas, "Ningún lugar adonde ir", Caja Negra, 2008.

No hay comentarios:

Publicar un comentario