domingo, 10 de diciembre de 2023

Taller de Lectura Verano Saer | Dos novelas, dos cuentos



La principal hipótesis que afirmamos sobre la literatura saeriana es aquella que sostiene que el autor nacido en Serodino escribió una "única historia". 

El punto de partida de esta idea no es original, mucho menos reciente. De hecho, pudimos darle forma a esta idea a partir de la lectura de las palabras que expuso Ricardo Piglia en una de sus clases en la Universidad de Buenos Aires, y que fueron publicadas en formato libro hace unos pocos años, precisamente en 2016, por la editorial Eterna Cadencia. 

El libro en cuestión es Las tres vanguardias. Saer, Puig, Walsh, donde Piglia dice:

El proyecto global de Saer debe ser visto como el de un narrador que intenta construir una novela en movimiento, que todavía no tiene fin, que ha definido una zona, ha puesto en ella una serie de personajes y ha empezado a contar la historia en diferentes relatos, fragmentariamente. Uno puede imaginar que su proyecto es construir, al final, con todos los libros, una sola historia que terminará por imbricar al conjunto de estas narraciones. se trata de un proyecto narrativo fragmentado, que por momentos se condensa, por momentos se expande, toma elementos secundarios de una historia y los autonomiza para convertirlos después en el centro de una novela en la que personajes secundarios de un relato anterior pasan a ocupar el primer plano.

Nadie nada nunca y La pesquisa son dos novelas que fueron publicadas en 1980 y 1994, respectivamente. Pero entre ambas hay una fuerte conexión, no solo por su geografía, por la mención o aparición de varios personajes, sino por la incidencia del paso del tiempo y de los destinos acaecidos de cada uno de ellos, especialmente de los hermanos Pichón y el Gato Garay, de Elisa, y también de Tomatis. 

Por supuesto, cada libro es portador de su propia trama y del tipo de escritura. En ambas, lo político está inscripto, pero no se somete a la tentativa de lo testimonial, no es una literatura de mensaje (Nadie nada nunca), ni tampoco queda atrapado en los límites del género que lo contiene, el policial (La pesquisa). 

Acompañaremos la lectura de las dos novelas con dos cuentos que nos permiten ampliar el sentido producido, no con la finalidad de lograr una totalidad, sino más bien la de expandir el mundo saeriano, de evidenciar que el devenir de los personajes no se agota cuando se cierran las tapas de un solo libro.

Si en La pesquisa es Pichón Garay quien nos cuenta sobre los crímenes de las ancianas de París, será en A medio borrar donde nos enteramos de su partida definitiva a Francia, y del no-encuentro para despedirse de su hermano el Gato Garay, personaje principal de Nadie nada nuncaRecepción en Baker Street es el relato que continúa la conversación en un bar, donde termina la novela La pesquisa.


Clase 1. Nadie nada nunca

En esta lectura de Nadie nada nunca intentaremos observar y pensar sobre varios puntos:

📌 Fragmentos de una vida enigmática, silenciosa y la historia de un destino trágico: el Gato Garay

📌 ¿Es posible pensar los misteriosos crímenes de los caballos como metáfora de la violencia política de los años 60 y 70 en Argentina?

📌 ¿Es Elisa portavoz de las atrocidades sufridas por las víctimas, los desaparecidos durante la última dictadura militar?

📌 Los universos de la ficción saeriana, dos mundos en contacto permanente: la ciudad y el campo

📌 ¿Una historia incompleta, fragmentaria o escrita hacia el futuro? Los sentidos producidos con la lectura de Nadie nada nunca se verán transformados en nuevas experiencias, una vez que se lean las novelas que Saer escribirá en años posteriores: Glosa (1984), La pesquisa (1996) y La grande (2004)


Clase 2. La pesquisa 

Cuando apareció La pesquisa en 1994, llamó la atención que Saer hubiera escrito una novela enmarcada en lo que podemos definir como género policial. Esta idea no fue producto únicamente de una determinada lectura, sino que aparecía en el paratexto del libro. Por ejemplo, en la página 3, se presentó a la novela de la siguiente manera:

“Juan José Saer. La pesquisa. Novela policial”.

En la contratapa se ratifica la supuesta pertenencia al género y se refiere a ella en esa dirección: “Relato fascinante, aguda reflexión sobre la racionalidad, el crimen y la locura. La pesquisa es la gran novela policial de Juan José Saer”.

Sin embargo, quienes habían leído al autor, sabían que no iban a encontrarse con una historia sujeta a las reglas y convenciones del género; mucho menos a la condición más específica e importante de todas, la que tiene que ver con el interrogante:

“¿Quién es el culpable?”

Por supuesto, esta pregunta estará inevitablemente en el transcurso de la narración. Porque no se trata de romper absolutamente con el género. Pero sí es necesario aclarar que en La pesquisa habrá otros enigmas importantes por revelar, además de la identidad del asesino:

📌¿Quién cuenta la trama de La pesquisa?

📌¿Quién es el autor de la novela que está dentro de la novela, “En las tiendas griegas”?

📌¿Quiénes asesinaron a la pareja de Nadie nada nunca (1980)?

📌¿Dónde están los cuerpos?


***


Bibliografía

Novelas

Saer, Juan José (1980). Nadie nada nunca. México: Siglo XXI Editores

Saer, Juan José (1994). La pesquisa. Buenos Aires. Seix-Barral


Cuentos

Saer, Juan José (1976). "A medio borrar", en La Mayor. Barcelona. Planeta

Saer, Juan José (2000). "Recepción en Baker Street", en Lugar. Buenos Aires. Seix-Barral


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Taller de Lectura Verano Saer


Dos novelas, dos cuentos: Nadie nada nunca y La pesquisa | A medio borrar y Recepción en Baker Street

Por Fernando Torres


Viernes 12 y 19 de enero, 20 horas. Modalidad virtual

Costo: 10 mil pesos. Descuento: 25% por par de inscriptos


Para más información, escribir a:

serodino@gmail.com 


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miércoles, 26 de abril de 2023

Taller de Lectura Juan José Saer | La pesquisa (1994)


Conexión 
París 🇫🇷 Colastiné 🇦🇷

Cuando apareció La pesquisa en 1994, llamó la atención que Saer hubiera escrito una novela enmarcada en lo que podemos definir como género policial. Esta idea no fue producto únicamente de una determinada lectura, sino que aparecía en el paratexto del libro. Por ejemplo, en la página 3, se presentó a la novela de la siguiente manera:

“Juan José Saer. La pesquisa. Novela policial”.


En la contratapa se ratifica la supuesta pertenencia al género y se refiere a ella en esa dirección: “Relato fascinante, aguda reflexión sobre la racionalidad, el crimen y la locura. La pesquisa es la gran novela policial de Juan José Saer”.

Sin embargo, quienes habían leído al autor, sabían que no iban a encontrarse con una historia sujeta a las reglas y convenciones del género; mucho menos a la condición más específica e importante de todas, la que tiene que ver con el interrogante:

“¿Quién es el culpable?”


Por supuesto, esta pregunta estará inevitablemente en el transcurso de la narración. Porque no se trata de romper absolutamente con el género. Pero sí es necesario aclarar que en La pesquisa habrá otros enigmas importantes por revelar, además de la identidad del asesino:

📌¿Quién cuenta la trama de La pesquisa?

📌¿Quién es el autor de la novela que está dentro de la novela, “En las tiendas griegas”?

📌¿Quiénes asesinaron a la pareja de Nadie nada nunca (1980)?

📌¿Dónde están los cuerpos?


Como decíamos anteriormente, La pesquisa no se queda atada a las características convencionales del policial, sino que, en palabras de María Teresa Gramuglio cuando habla de la literatura saeriana en su totalidad afirma que “cada una de sus novelas ensaya una forma nueva, introduciendo transformaciones en los diversos niveles del retrato, sea la extensión, la estructura de su composición, el tono o las voces narrativas”.

 

“Por el solo hecho de existir, todo relato es verídico”


Dividida en tres partes, la primera transcurre durante el invierno en Francia, en vísperas de la navidad parisina. El narrador, a quien todavía no podemos identificar, nos cuenta una serie de crímenes (veintisiete) de mujeres ancianas y solitarias, y da abundante información sobre la biografía de Morvan, el investigador de los asesinatos.

En la segunda parte, la historia transcurre en la zona saeriana por excelencia, en Rincón, en Colastiné, en “la ciudad”. Un 26 de marzo, y bajo un calor embrutecedor, tres amigos conversan durante una cena sobre los crímenes seriales de París, sobre el descubrimiento del dactilograma de 815 páginas, una novela inédita titulada “En las tiendas griegas”, y en donde, además, tratarán de descubrir quién es el auto de los crímenes. ¿Será Washington Noriega? También, durante el día, Pichón Garay, Tomatis y “Pinocho”, Marcelo Soldi (en esta novela hace su aparición en el universo ficcional saeriano), viajan en lancha por los ríos del Paraná y el pasado vuelve, interpela e  incómoda sobre el destino de Elisa y el Gato Garay, justo al pasar por la casa de Rincón.

Planteados los interrogantes, los conflictos y las motivaciones, y el recuerdo, parecería quedar todo preparado para que en la tercera parte se despliegue “la verdad” sobre las preguntas planteadas. Cuando todo parecería indicar que la identidad del asesino ha sido revelada, Tomatis se adueña de la palabra y su discurso ofrece otra posible respuesta, radicalmente opuesta, que vincula a otro personajela “autoría” de los asesinatos de las mujeres.

En La pesquisa, si bien su prosa parecería mucho más amena en cuanto a la facilidad de su lectura, gracias a la velocidad que le da al relato y a la sucesión de acontecimientos que nos propone, vertiginoso para la habitual morosidad descriptiva saeriana, parecería ser de una complejidad menor respecto a, por ejemplo, Nadie nada nunca (1980). Sin embargo, las puertas de acceso que brinda la novela nos enfrentan a un desafío nada menor respecto a los universos propuestos: la crítica al racionalismo cartesiano, a la idea de civilización, una feroz crítica a la sociedad de consumo, una serie de referencias simbólicas y mitológicos que dan sentido a los hechos que se cuentan, la discusión sobre la verdad de la experiencia y la verdad de la ficción.

 

El tiempo de La pesquisa, su portada y su relación con Nadie nada nunca y otros textos


La primera edición de La pesquisa se publicó en 1994, un año después de Lo imborrable (1993). En una entrevista con Martín Prieto, Juan José Saer afirmó que el tiempo de escritura de La pesquisa fue de quince meses, tiempo bastante menor si lo comparamos con el que le llevó escribir Nadie nada nunca (1980), -alrededor de seis años según la cronología que cuidadosamente corrigió Sergio Delgado en Zona de prólogos (2011), a la de Julio Premat en La dicha de Saturno (2002); o un poco más que Cicatrices (1969), que la escribió en veinte noches.

Su portada actual mantiene la imagen que fue tapa de la edición original Mirando al cielorraso, del artista plástico y amigo del autor, Juan Pablo Renzi, que, además, fue el compañero de la María Teresa Gramuglio, una de las intelectuales que más hizo por la consagración y reconocimiento (junto a Beatriz Sarlo y Susana Zanetti), de la obra de Juan José Saer.

El vínculo de La pesquisa con Nadie nada nunca es de gran proximidad. En Nadie nada nunca, el Gato Garay es el protagonista de la historia narrada; en La pesquisa, los es su hermano gemelo, Pichón Garay, que vuelve a la zona saeriana después veinte años de haberse radicado en Francia.

Si en Nadie nada nunca conocemos la casa del Gato desde adentro, en La pesquisa la veremos desde el exterior, desde el río, luego de un paseo en lancha “La rubita”, del padre de “Pinocho” Marcelo Soldi, presentado por Tomatis ante Pichón de la siguiente manera: “le sobra polenta como pensador”.

En este taller ampliaremos las conexiones saerianas: dos relatos del libro Lugar (2000), vienen a dialogar respecto al futuro de La pesquisa, que se suman a las relaciones ya vistas con A medio borrar, cuento largo o nouvelle del libro La mayor (1976).


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Inscripción y consultas:

serodino@gmail.com

Fernando Torres







domingo, 29 de enero de 2023

¡Todo se trataba de un simple chiste! | La causa justa, de Osvaldo Lamborghini

El 18 de diciembre de 2022, la selección de fútbol Argentina obtiene el campeonato del mundo. Y para que eso suceda, mucho tuvo que ver un argentino que ahora juega en un club parisino, pero que desde 2001 y hasta mediados de 2021, creció y vivió en Barcelona.

Otro 18 de diciembre, esta vez de 1985, muere de un paro cardíaco en Barcelona, una de las figuras más destacadas de la literatura argentina: Osvaldo Lamborghini.

Y fue durante 2022 que la editorial Mansalva decidió publicar de manera individual “La causa justa”, dentro de su colección de Poesía y Ficción Latinoamericana, una bellísima edición, cuya portada muestra el rostro del autor. 

En este texto, ¿cuento? ¿novela corta? nos encontramos con un Lamborghini descomunal: la belleza del lenguaje, en donde lo poético se despliega y prevalece por sobre la literalidad, y no impide el desarrollo ni la potencia de su narración hace que lo que nos está contando también nos atrape y capture. 

Hechos cotidianos, que bajo su escritura se vuelven acontecimientos; la Argentina o La Gran Llanura de los Chistes, el vuelo de sus personajes, el poder de sentencia de cada uno de ellos para la gracia, el honor y el horror (Tokuro), para la chabacanería o lo que fuera; la ferocidad de lo sexual y la violencia bajo la pátina de lo paródico y la ironía, cuya elongación del lenguaje lo fuerza hasta el grado último, el instante anterior al quiebre. Y eso es motivo de celebración porque sabemos siempre que, cuando leemos a Lamborghini estamos leyendo ficción, en un mundo y en una época donde lo literal tiende a arrasar y a encorsetar el sentido, o peor aún, a anular absolutamente todo.

Todo este magma hace que su literatura sea única y esplendorosa.

Podríamos decir que casi no  importa lo que sucede; en la historia, en este caso, un partido de fútbol entre los trabajadores de una Empresa. Podían ser obreros de una fábrica, o mineros en una montaña, o lo que se nos ocurra; su literatura sería igual de brillante.
 
Pero Lamborghini eligió un partido de fútbol. Un partido de fútbol, el ya casi extinto -por cuestiones culturales de esta época- “solteros vs. casados”: 

“Jugaban por puro hábito, estrechar lazos para aumentar el nivel de comunicación, cómo decía el sub-jefe de Relaciones Públicas Internas”.

El partidito devino en una batalla discursiva única, atroz y fenomenal:

Terminado el partido empezaban, lamentablemente, a ‘desarrollarse los acontecimientos’, las pioladas y las bromas de mal gusto, ese repugnante clima de ‘formamos todos una gran familia'.

Lamborghini juega con las palabras y también con el sentido común, con esas berretadas que escuchamos día a día, “es una manera de decir; es un chiste; vos te tomás todo al pie de la letra”; no solo juega con eso, sino que lo destruye, lo pulveriza con su poesía. 

Y las consecuencias de este gran chiste, a su vez deriva en algo superior, fundamental: cuidemos, prestemos atención el valor de la palabra. 

Por último, podemos decir que La causa justa fue el primer texto del libro “Novelas y cuentos II” (Penguin Random House), cuya edición estuvo al cuidado de otro de los mejores escritores argentinos: César Aira. 

En la nota que apunta Aira nos dice que La causa justa (1983), si bien no fue publicado en vida por el autor sí fue pasado en limpio, mecanografiado y entregado para su publicación. Vale decirse que de Lamborghini casi toda su obra es póstuma: solo El fiord, Sebregondi retrocede, Poemas, fueron publicados en vida.


Mis simpatías todas argentinas, y yo voy a dar mi vida por este país tan raro, Argentina: 

¡todo era un simple chiste!


Mansalva, 2022
75 páginas