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sábado, 16 de junio de 2018

Argentina empató con Islandia y se encienden las alarmas

Fecha 1: Argentina 1 vs. Islandia 1 

Argentina debutó en el Mundial de fútbol Rusia 2018 e igualó 1 a 1 con Islandia, en el primer partido del grupo D. 
Los goles los convirtieron Sergio Agüero ('18 PT) y de Alfred Finnbogason, cinco minutos después. El arquero Hannes Halldorsson le detuvo un penal a Lionel Messi ('18 ST). El equipo dirigido por Jorge Sampaoli fue dominador del encuentro pero sin doblegar a la defensa nórdica, que se defendió con inteligencia y solidez. Los tres puntos que se contaban "en los papeles" se transformaron en uno y el partido del próximo jueves ante Croacia (juega hoy a las 16 hs. contra Nigeria) será con estatus de final. 
La última vez que Argentina debutó sin victoria fue aquella derrota inesperada de Milán ante Camerún (0-1), en el campeonato mundial Italia '90. A continuación, el boletín de calificaciones de los jugadores argentinos: 

Caballero (4): no termina de convencer. En el gol  sacó la pelota que tenía destino de red pero el rebote quedó servido para la conquista de Halldorsson. En la segunda pelota, siempre tienen mayor responsabilidad los defensores. Complicada la salida con Rojo, aunque después la despeja, que casi se convierte en gol islandés.

Salvio (5): algunas buenas excursiones al ataque que terminaron en pase atrás que nadie pudo capitalizar. Se mostró siempre a disposición de Messi y Meza. En el retroceso algo desprolijo, además de dejar flancos abiertos en su sector. 

Otamendi (5): partido aceptable. Sacó mucho por arriba. No pudo sacar la pelota tras el rebote que deja Caballero en el gol islandés.

Rojo (4)
: corrió un riesgo innecesario al devolverle la pelota a Caballero en una salida de arco. Con el correr de los minutos se fue acomodando.

Tagliafico (6)
: correcto en la defensa y buenas proyecciones. No le pesó el debut en el mundial.

Meza (5): aceptable debut. Despuérs del gol de Islandia decayó su nivel. Siempre se mostró a disposición para el juego creativo. A él hicieron el penal. En el segundo tiempo le faltó más intensidad.

Mascherano (6): siempre rinde. Bien ubicado y lúcido para pasar el balón.

Biglia (4)
: pareciera no al estar ciento por ciento de su capacidad física. Erró muchos pases. Cuando quedó por delante de la línea de la pelota no gravitó. De hecho, no es su principal tarea. Error no forzado del técnico Jorge Sampaoli. 

Di María (3): Buenos movimientos durante los primeros treinta minutos generando espacios para la subida de Tagliafico y para el desenvolvimiento de Messi pese a no ser decisivo en el juego. Después del empate islandés, su juego se diluyó totalmente. Muy difícil que se luzca ante equipos que se cierran muy bien en defensa.

Messi (5): erró el penal y eso le resta puntos. Si lo pateó bien o mal es una discusión menor. Todo penal no convertido automáticamente se considera una mala ejecución. No tuvo precisión en los tiros libres aunque los lugares desde donde le tocó ejecutar, siempre fueron muy lejanos. La pidió siempre y buscó sociedades, que no se terminaron de conformar. No se borró. Lo marcaron bien.

Agüero (6): el resultado opaca la percepción de lo que fue su juego. Se pareció al Agüero del Manchester City. Se generó el espacio muchas veces. Apoyó a sus compañeros recibiendo y devolviendo de espaldas al arco. Convirtió su primer gol mundialista -un golazo-. Por supuesto, tiene mucho más para dar.

Ingresaron: 

'53 Banega (4) por Biglia: filtró un buen pase y no mucho más. No mejoró el equipo con su ingreso.

'74 Pavón (6) por Di María: le hicieron un penal que el árbitro no sancionó. Desbordó con peligrosidad dos veces más. Fue quién mejor interpretó lo que Messi necesitaba. Debía ingresar antes. Otro error no forzado del entrenador argentino.

'83 Higuaín (x) por Meza: no se lo puede calificar ya que jugó siete minutos más los cinco de adición.


Con suma rigurosidad y disclipina táctica, así marcaron los islandeses a  Lionel Messi





lunes, 27 de junio de 2016

Messi o La insoportable autoindulgencia del ser



Lionel Messi. El niño nacido en Rosario con un problema hormonal que afectaba su crecimiento.
Entró a la adolescencia cargando un gran obstáculo en su joven vida: la dificultad para él y sobre todo para sus papás de afrontar el alto costo económico del tratamiento médico que Lionel necesitaba.
Ya de niño era un jugador excepcional. Comenzó en infantiles en Central Córdoba de Rosario. Luego, fichó en Newell’s Old Boys, el club de su vida. A los doce se fue a probar a River Plate, y quedó. Pero cuando se enteraron de su problema hormonal, los Millonarios, decidieron no afrontar con tanto gasto por un juvenil.

***

Entonces decidió irse a España con su papá, inmediatamente. Desarraigo: cambio de casa, de ciudad, de país. Sí, de país. Él, que no iba a poder ser futbolista se inyectaba, se clavaba dos agujas en su cuerpo diariamente, él solo.
Messi, al que después de verlo jugar en una prueba, el Barcelona F.C. no dudó ni un instante y decidió invertir en él: le dieron una casa para su familia, trabajo, la seguridad médica.
Tiempo después, España le ofrecía la ciudadanía y también jugar en la selección de ese país. Mientras abandonaba la furia que no le había servido de mucho a lo largo de su historia, empezaba a jugar al toque y a ras del piso. Cesc, Piqué (sus amigos en las divisiones inferiores catalanas), más Iniesta y Xavi y otros más de la generación dorada española, se preparaban para ser la gran sensación del fútbol mundial.
Messi le dijo que no a España, al país que se comportó con él y su familia como una verdadera madre patria. De nuevo: Messi dijo no.
Dos mil cuatro. En el apuro por no perderlo, la AFA de Julio Grondona organizó un vulgar partido de fútbol sólo para que juegue por primera vez Lionel. Pasaron muchos años desde aquella fría noche de junio en la que Messi vistió por primera vez la camiseta argentina, en la cancha de Argentinos Juniors. Un pintoresco 8 a 0 y el primer gol del joven rosarino ante un improvisado seleccionado juvenil de Paraguay fueron los datos estadísticos más relevantes de aquel partido.
De este modo, la AFA se aseguraba la excusa reglamentaria para tenerlo cautivo, rehén de la celeste y blanca. Está de más decir que no hacía falta. Messi quería jugar en Argentina.
Messi vino a jugar para Argentina.

***

Un discurso que con el paso del tiempo fue tomando cada vez más resonancia dice: "Messi no ganó nada con la selección".En el medio, pasaron muchas competencias: Mundial de Alemania (Cuartos de final), Sudáfrica (Cuartos de final) y Brasil (Finalista). Cinco ediciones de la Copa América (cuatro subcampeonatos). No se cuenta la Copa del Mundo Sub 20 que ganó en los Países Bajos ni la Medalla de Oro en Beijing 2008.
Los títulos con el Barcelona parece que no vale contarlos. El chauvinismo tiene sus argumentos y también sus excepciones.

***

Messi ¿fin?
Tal vez lo que dijo Messi “La selección se terminó para mí”  sea una expresión de calentura, O de hartazgo, de estar podrido de cargar una mochila colectiva, ajena, en la que se le exige que gane, GANE TODO, como si él no lo quisiera hacer por voluntad propia, como si tuviera que ganar un título para nosotros, los hinchas, los espectadores, los que señalamos con el dedito y ponemos motes, fracasado aquél, fracasado ese, fracasado ellos.
Claramente, la autoindulgencia debe ser la mejor cualidad que nos define a los seres humanos: los fracasados siempre son los demás, nunca nosotros mismos.
Ojalá Messi siga jugando.
Para mí, en esas palabras, hay una expresión de coraje, tal vez de queja si se quiere, como si hubiera dicho de otro modo: a mí no me putean más, no me dicen más pecho frío.
Como si Lionel en ese "la selección se terminó para mí", dijera: a mí no me dicen más galleguito (porque los apelativos además de despectivos, suelen ser bastante dolorosos) ni me mandan a jugar con España; no me joden más con el tema del himno, si lo canto o no, si mis lágrimas son sinceras.
Yo, Lionel Messi, el fracasado, cuando digo “La selección se terminó para mí”: les estoy diciendo vayan ustedes, los ganadores. Vayan y ganen.






martes, 15 de marzo de 2016

El curioso caso Leicester City F.C.

Las figuras del Leicester City: Riyad Mahrez y Jamie Vardy


El Leicester City F.C. es el equipo sensación de la Premier League. Ayer venció 1-0 al Newcastle de “Rafa” Benítez, y está cada vez más cerca de obtener su primer título al mantener los cinco puntos de diferencia sobre su perseguidor, el Tottenham Hotspurs. Restan ocho fechas para la finalización del torneo.

Desde su fundación en 1884 a la actualidad, Leicester City nunca pudo ganar la First Division y mucho menos la Premier League. Estuvo a punto de conseguir su primer título en la temporada 1928/1929 pero debió conformarse con el segundo puesto.
El jugador más famoso del conjunto azul que dio al mundo fue Gary Lineker, Balón de Plata y goleador del mundial México 86, que convirtió el descuento 1-2 en los cuartos de final, el día de “la mano de Dios” y del “barrilete cósmico”.

El Leicester City juega de local en un muy bonito estadio construido en 2002. Su capacidad es de 32 mil espectadores y la entrada para concurrir a un adulto le cuesta alrededor de 57 dólares. Un menor paga aproximadamente 30 dólares.

El entrenador del Leicester City tiene 64 años; tal vez por ese motivo, su cabello sea de color blanco. Claudio Rainieri es conocido por los hinchas argentinos de la época en que dirigía el Valencia F.C. de España a fines de la década del noventa y en el que jugaban el “Piojo” López, el “Burrito” Ortega y Guillermo Morigi. Muchos recordarán que estos tres jugadores fueron los autores de los goles en el triunfo histórico ante Barcelona en el Camp Nou por 4 a 3, luego de ir perdiendo 0-3, a veinte minutos de la finalización del partido.

Cuando asume Rainieri en el Leicester City las pretensiones distaban de ser ambiciosas; para pelear el primer puesto estaban equipos como el Arsenal de Arsène Wenger, el Manchester City de Agüero y Pellegrini, Manchester United de Van Gaal o el Chelsea que había “repatriado” a José Mourinho. Para el Leicester, el principal objetivo iba a ser salvarse del descenso y y si se podía, estar arriba de la mitad en la tabla de posiciones.

Respecto al juego, la táctica de Rainieri seguiría siendo la misma de siempre, lo que mostró en cada uno de los equipos que dirigió: su letal contrataque. Un arquero con buena pegada para sacar rápido y a larga distancia; defensores fuertes y con presencia en el juego aéreo, ya sea en defensa o en ataque (el central alemán Robert Huth hizo tres goles en lo que va del torneo); que los defensores y mediocampistas estén muy cerca y conectados, para no perder el orden táctico y quedar siempre bien parados; que sus delanteros sean rápidos y oportunistas (el japonés Okazaki o el argentino Ulloa) más el goleador Jamie Vardy. No hay lugar para el "tiki tiki" de Ángel Cappa ni tampoco preocupación por el control de la pelota (es uno de los equipos con menor posesión de balón).

Jugando de esa forma el Leicester City venció al Tottenham, al Chelsea, al Liverpool, al Manchester City, y empató con el United, al que deberá visita en la antepenúltima fecha de la liga. En la 36°será ante el Everton a quién ya le ganó y en la última, visitará al irregular Chelsea, sin Mourinho y con Guus Hiddink.

Más meritoria es la campaña del Leicester City si tenemos en cuenta que no es un club que cuente con los ingresos económicos más importantes de la Premier; no hay jeques árabes ni millonarios rusos o chinos detrás de las finanzas del club. Valga la aclaración, tampoco es un club pobre (ningún equipo de la primera divsión inglesa lo es); recibe sólo por derechos de televisación más de 100 millones de Euros.

Hasta hoy, se llevan disputadas treinta fechas de la Premier League y el Leicester City sigue al frente de la tabla de posiciones.


***

Al momento de pensar las claves del Leicester City estamos en condiciones de afirmar que son varias las individualidades que sobresalen en el equipo de Rainieri: Mahrez, Vardy y Schmeichel. 

La gran figura del equipo es el argelino-francés Riyad Mahrez. Este jugador nació en Sarcelles (Francia) en 1991 y juega con el número 26 pero debería llevar el 10. Es un mediocampista de creación y su pierna más hábil es la izquierda. Jugó el mundial pasado en Brasil para Argelia, país del que es oriundo su papá; su mamá nació en Marruecos. A la fecha, lleva convertido 15 goles en 28 partidos. Sin embargo, también debemos contar sus 11 asistencias, especialmente aprovechadas por Jamie Vardy, goleador inglés del equipo y de la Premier League.

Jamie Vardy tiene 29 años y es el 9 del equipo. Pero su historia también merece un párrafo propio. A los 16 jugaba en las inferiores de Sheffield Wednesday y fue dejado libre. Recaló en un club muy menor llamado Stocksbridge Park Steels donde ganaba muy poco dinero. Por este motivo, debió conseguirse un empleo como obrero. A los 23 años y por su buen rendimiento en el Stocksbridge pasó al Halifax de la séptima división (si existiera una equivalencia con el fútbol argentino sería como una “Primera G”); luego pasó al Fleetwood de la quinta división hasta que el Leicester City decidió hacer una gran apuesta: pagar un millón de dólares por este ignoto delantero. A fuerza de goles (lleva 19 en 29 partidos), fue convocado para jugar en la selección inglesa.

En el arco aparece un apellido ilustre: Schmeichel. Pero no es Peter sino su hijo Kasper.
Kasper Schmeichel se formó en el club rival donde su padre fue ídolo, el Manchester City, (dicho sea de paso, fue donde Peter se retiró). Debutó en 2007 en el club “Ciudadano” pero no logró consolidarse. Su carrera continuó en divisiones de menor rango en el fútbol inglés. En 2011 fichó para el Leicester City y volvió a jugar en la Premier a partir de la temporada 2014-2015. Debido a su buen nivel, la federación inglesa quiso que el joven Schmeichel jugara para la selección pero el arquero rechazó la propuesta, dándole prioridad a la de Dinamarca, de la que hoy forma parte. En enero pasado corrió el rumor de que el Manchester United quiere sumarlo a sus filas para reemplazar a De Gea (posible traspaso al Real Madrid). Mientras tanto, Schmeichel sigue dando muy buen rédito en el Leicester City.

José Leonardo Ulloa hizo inferiores en la Comisión de Actividades Infantiles de Comodoro Rivadavia. Siendo jovencito pasó a San Lorenzo de Almagro. Jugó a préstamo en Arsenal de Sarandí y Olimpo de Bahía Blanca. Poco tiempo después, emigró a Europa en 2008. Jugó en clubes de poca trascendencia como Castellón, Almería y Brighton. En 2014 llegó a Leicester City y convirtió hasta ahora 3 goles; alterna con el japonés Shinji Okazaki, quién suma cuatro tantos.

Ocho fechas. Tan solo ocho pasos le queda transitar al Leicester City para obtener el título que no pudo conseguir ni siquiera una vez. ¿Cómo saber si es poco o mucho? Se verá.






lunes, 22 de diciembre de 2014

Mundial de Clubes Final: San Lorenzo de Almagro 0 vs. 2 Real Madrid



Fútbol previsible

El triunfo del Real Madrid sobre San Lorenzo de Almagro era esperable aunque no por ello menos doloroso. 
Es cierto, el equipo de Bauza no fue goleado (nadie se hubiera sorprendido si el Real hubiera hecho una diferencia mayor).
Pero fue doloroso porque no hubo partido. Y si no hubo partido fue porque no había paridad entre los rivales.


Breve resumen del juego

El encuentro era más bien monótono. San Lorenzo, optó por un plan defensivo, lo que implicó mermar su capacidad de ataque, casi hasta la nulidad. La estrategia y la táctica del entrenador Eduardo Bauza eran claras: defender bien y definir el título por penales sino surgía durante el juego un contraataque demoledor. Algunos remates madrilistas y no mucho más. Sin embargo, cerca del minuto 36 del primer tiempo el plan se desmoronó. Un pase atrás mal dado por Enzo Kalinski derivó en un tiro de esquina que Toni Kroos ejecutó con precisión a la línea del área chica para que Sergio Ramos anticipe de cabeza al defensor Mario Yepes y venza al arquero Sebastián Torrico.

A los 5’ del segundo tiempo, un remate débil de Gareth Bale se le escurre por debajo a Torrico y fin del partido. San Lorenzo no pudo descontar y Real Madrid hizo pasar el tiempo sin complicaciones, como si regulara no sólo “su caja de velocidades” sino el mismísimo ritmo del partido.

El Real Madrid no solo llegó con sus grandes figuras (Cristiano Ronaldo, Iker Casillas, Karim Benzema, el siempre presente Sergio Ramos) sino que en el inicio de la temporada europea, se reforzó con el alemán Toni Kroos y James Rodríguez, dos jugadores del “equipo ideal” del mundial Brasil 2014.

San Lorenzo, por el contrario, perdió en el camino a Ángel Correa, Santiago Gentiletti y a su mejor jugador: Ignacio Piatti, transferido a la liga canadiense. De hecho no lo pudo utilizar en la finalísima de la Copa Libertadores. 


La pornografía del dinero en el fútbol

San Lorenzo por ganar la Copa Libertadores obtuvo algo más de 5 millones de dólares. En la edición 2013-2014 de la Champions League, Real Madrid acumuló en todas las fases más de 50 millones de euros.

Este enfrentamiento en Marrakech, una de las ciudades más importantes de Marruecos, puso sobre la mesa la gran diferencia económica entre uno de los equipos más ricos del mundo de Europa (junto al Bayern Munich, Barcelona, los dos Manchester, el City y el United, Juventus y algunos otros más) y el resto de los equipos del mundo, incluidos la mayoría de los que integran ese continente.

¿Alguien olvida que hace poco el Bayern de Guardiola le metió 7 a la Roma en la capital italiana? ¿O que hace un año el Real Madrid dejaba afuera al Schalke 04 con un global de 9-2?

Lejos quedó la paridad. El fútbol a escala global cada vez más se parece al básquet en el sentido de que la capacidad de sorpresa o resultados impensados es casi nula. Gana el más poderoso. Y punto.

En épocas anteriores, los equipos europeos también eran, generalmente, los favoritos cuando se disputaba la Copa Intercontinental. ¿Cuál es la diferencia con este presente del fútbol mundial? Que los equipos sudamericanos, pese a ser menos “fuertes” económicamente, tenían jugadores de jerarquía. 

Independiente con Bochini, Bertoni, Burruchaga Giusti, Marangoni, Trossero, (varios de ellos jugaron mundiales), supo cómo y además, tenía con qué ganarle a la Juventus de 1973 o al Liverpool inglés de 1984. 

Lo mismo con el River del Bambino Veira de 1986: Ruggeri, Alonso, Gallego, Alzamendi, Pumpido, todos campeones del mundo a nivel de selecciones (asterisco para el River de 1995 que perdió 0-1 con una Juventus sospechada de dóping masivo). 

El Argentinos Juniors de Borghi, Batista, Olguín, por citar tres jugadores de primer nivel, bailó a la Juventus de Platini en aquel inolvidable partido de Tokio. 

El Velez Sarsfield de Carlos Bianchi con Chilavert, Flores, Asad, Bassedas y Trotta, nombres que quedaron en las páginas doradas del libro del club. 

Y más acá, el inolvidable Boca, también de Bianchi, Riquelme, Palermo, Delgado, Córdoba, Bermúdez, Tévez, Serna, Basualdo, Abbondanzieri, todos ellos mundialistas, que doblegó a los Galácticos del Real Madrid de Figo y al Milan de Ancelotti, Maldini, Pirlo y Shevchenko .

Capítulo aparte del Estudiantes de La Plata de Alejandro Sabella y Juan Sebastián Verón. Hasta el sábado era el último equipo argentino en llegar a la última instancia intercontinental, la primera edición bajo el nuevo formato “Mundial de Clubes”, cuando enfrentó al Barcelona de Pep Guardiola con Puyol, Henry, Ibrahimovich y Messi. 
Estuvo a dos minutos de la gloria, de ganar el partido. Boselli había marcado el 1 a 0 en el primer tiempo. Pero Pedro igualó a los 88 y Messi de pecho, puso el 2-1 definitivo en el ST del suplementario. En los papeles, el Barça debía ganar fácil. En el campo de juego, Si ganaba el “Pincha” nadie iba a poder decir nada. ¿Recuerdan el gol de Pedro? Un bartoleo, cabezazo para atrás, Albil a mitad de camino y la pelota que hace una parábola e ingresa por el centro del arco. Nueva digresión: ¿alguien recuerda el cabezazo de Desábato que rozó el palo en el minuto 120? Derrota dolorosa.

Hoy, los jugadores de excelencia, ya casi no juegan en las ligas de sus países. Se van desde muy jóvenes a Europa, Brasil, China,  Emiratos Árabes, Grecia, México, Rusia o Turquía.

Los grandes jugadores que regresan a sus países, generalmente lo hacen cuando su rendimiento y/o edades comienzan a declinar (hay excepciones: Juan Sebastián Verón, cuando decidió volver a Estudiantes de La Plata), o cuando ya no están para jugar “allá”, como es el caso de Fernando Gago o años atrás, el “Matador” Marcelo Salas.
 

Una tendencia que impide ser optimista

Hasta el momento, se llevan jugadas nueve ediciones del Mundial de Clubes  suplantando a la vieja Copa Intercontinental. Siete veces ganaron los europeos (Barcelona dos veces, Inter de Milán, A.C. Milán, Manchester United, Bayern Munich, y Real Madrid hace unos días); en dos ocasiones los de Sudamérica (Internacional y Corinthians, ambos de Brasil).  Los equipos argentinos perdieron las tres oportunidades que tuvieron:

ü  Boca Juniors en 2007. No pudo contar con Riquelme, el jugador más decisivo e influyente de la Copa Libertadores obtenida.
ü  Estudiantes La Plata en 2009 (mencionado anteriormente);
ü  Y hace unos días, San Lorenzo de Almagro.

La actualidad del fútbol argentinos dice que los clubes no gozan de buena salud económica ni financiera; que la trama violenta entre actores políticos, dirigentes y barras lejos está de desarticularse; que los simpatizantes de fútbol no pueden ir a los estadios, en algunos casos ni al propio –de visitante, ninguno-; que antes que conformar un buen plantel, los dirigentes se preocupan por vender los mejores jugadores, juveniles o no, y acercar algunos otros que les permita hacerse una buena comisión.

Así es como nos encontramos con un fútbol pobre, dentro y fuera de la cancha. ¿Qué expectativa favorable se puede tener para el futuro si no se producen cambios estructurales y culturales de manera inmediata?