viernes, 12 de febrero de 2016

El día que volvió Rafael Nadal

11 de febrero de 2015: Rafa Nadal vuelve al ATP de Buenos Aires y debuta ante su amigo Pico Mónaco

A principios de 2005 Rafael Nadal jugó por primera vez el torneo ATP 250 de Buenos Aires. No pudo superar los cuartos de final porque se cruzó con Gastón Gaudio, el último argentino ganador de un Gran Slam (Roland Garros 2004 ante el Mago Guillermo Coria, curiosa circunstancia la de ver dos argentinos disputando una final de un torneo tan importante).

El resultado de aquella noche de verano fue llamativo. Nadal se lleva el primer set 0-6. En el segundo, Gaudio se recupera y gana por el mismo resultado: 6-0. En el set definitivo el argentino vence 6-1. Gran recuperación del Gato y adiós para Rafael Nadal del torneo de Buenos Aires.

Lo que nadie sabía es que muy poco tiempo después estaba por dar inicio la era Rafa Nadal.

Luego de la derrota en Buenos Aires, Nadal gana los ATP de San Pablo, Acapulco, Barcelona, los Master Series de Montecarlo y Roma. El 5 de junio el español iba a dar su primer gran golpe en el mundo del tenis: disputa la final ante Mariano Puerta y gana Roland Garros, el torneo más importante en polvo de ladrillo siendo hasta ahora el jugador más joven en obtenerlo). En ese ya lejano 2005, Nadal ganaría 11 títulos en total.

Lo que vino después en la carrera de Rafa ya es sabido: 14 Grand Slam, 4 Copa Davis, una Medalla de Oro en los Juegos Olímpicos y una lista interminable de otros torneos y méritos, como el de erigirse en uno de los mejores jugadores de la historia de este deporte y dejar junto a Roger Federer y Nola Djokovic una marca indeleble en este deporte.

A los que vimos a Nadal en 2005 las imágenes de aquel torneo y a pesar de estar en colores, ya nos quedaban muy lejos (el de Manacor comenzaba a usar remeras sin mangas). Rafa iba a volver a Buenos Aires en 2014 para jugar "por los porotos" (esa era el eslogan de los organizadores del ATP que tiene a Martín Jaite, -aquel tenista que obtuvo un inolvidable triunfo ante Michael Stich por la Davis en 1990-, como cara visible de la organización). Pero una lesión en la espalda le impidió volver.

Digresión: como premio consuelo (término injusto), los que teníamos entradas, vimos jugar en el Lawn Tennis al n° 3 del ránking mundial en ese momento: David Ferrer. Para sorpresa mía, Ferrer no era tan bajito como parecía en la tele y aún sabiendo lo que era, verlo en vivo fue un verdadero lujo ya que el nacido en Alicante era una verdadera maquinita de jugar tenis. Se llevó no sólo el cariño de los espectadores por haber decidido venir a jugar a último momento sino también el torneo al vencer 2 sets a 0 al talentoso y canchero Fabio Fognini (meses después regresaría para eliminar a Argentina en Mar del Plata por la Copa Davis).

Diez años después, en 2015, Nadal sí pudo volver al ATP de Buenos Aires, y ganó la final al derrotar a Juan Mónaco en dos set corridos: 6-4 y 6-1. Las principales figuras del torneo, además de los finalistas fueron: Jarkko Nieminen, Tommy Robredo, Nicolás Almagro y Fabio Fognini.

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El ATP 250 de Buenos Aires de este año fue anunciado por los organizadores como "el mejor cuadro de la historia". Quiénes iban a justificar tal cartel iban a ser John Isner (12°); Jo-Wilfred Tsonga (9°) y David Ferrer (6°), entre otros jugadores que han logrado partidos y ránkings más que interesantes: los locales Juan Mónaco, Federico Delbonis y Leo Mayer; el ucraniano Alexandr Dolgopolov, el serbio Dusan Lajovic (atento a este jugador), los españoles Nicolás Almagro, Albert Ramos y Pablo Andújar y el italiano Fabio Fognini.

A último momento y cuando casi nadie lo esperaba, se confirmó la participación de Rafael Nadal. Ahora sí, el torneo llegaría a su punto más alto.

Esta vez, compré las entradas tan sólo con una semana de anticipación. Dos días días consecutivos para los octavos de final, miércoles 10 y jueves 11 de febrero. De este modo, me aseguraba ver por los menos a tres de los cuatro jugadores del torneo. El miércoles daba la sorpresa Dusan Lajovic al vencer a John Isner en un largo partido a tres sets con dos tie break incluidos. El serbio se valió de su fina técnica y una gran capacidad de reacción para contrarrestar los misiles del estadounidense. Estando a no más de veinte metros de distancia de Isner, aún así, se hacía imposible poder ver la pelota en el momento de su saque, que llegó a alcanzar los 231 kilómetros por hora.

En el segundo turno jugaba por primera vez en Buenos Aires Jo-Wilfred Tsonga. Alto y corpulento pero con piernas demasiados finitas, como si fuera cambiadas por las de otra persona de contextura mucho más pequeña, eliminó rápidamente al Yacaré Leonardo Mayer en menos de una hora. El público, a medida que se desarrollaba el juego, intentaba dar ánimos al jugador argentino pero a pura potencia y velocidad, Tsonga no le daría posibilidad alguna de reacción. Por la manera en que jugó, Tsonga es serio candidato a ganar por primera el torneo, el primero en polvo de ladrillo.


Rafa Nadal sacando su servicio ante Juan "Pico" Mónaco.

Luego de un largo día de trabajo, el jueves a la noche fui al Buenos Aires Lawn Tennis. El encuentro se iba a jugar no antes de las 21 horas. Nada de viento, la humedad típica de esta ciudad y la temperatura por encima de los 28 grados hacía sentir que el clima era un poco menos que irrespirable. En las inmediaciones del club habían personas ofreciendo comprar entradas. Uno de ellos se me acercó y me dijo si te sobra una te la compro. Le dije que tenía solo la mía. Me ofreció el doble, el triple. Me dio lástima que no tenga entrada y la oferta era buena pero no acepté.
Por llegar sobre la hora no tuve que hacer cola en la entrada del predio, tampoco en el ingreso a la platea asignada. Sí, el lleno era total.

Primero salió al court Juan Mónaco que fue muy aplaudido por todos los espectadores; luego acomodó sus cosas a la derecha del umpire y esperó a su rival. El locutor del estadio, tras enunciar sus logros más importantes, dio la bienvenida a Rafael Nadal, que ingresó sonriendo y levantando su mano para devolver la ovación recibida. Luego del peloteo de calentamiento previo comienzo el partido.

El partido duró una hora y 38 minutos y se pudo disfrutar de todo lo que habitualmente nos ofrece Rafael Nadal. Sus tips y cábalas (antes de sacar, acomodarse el pelo detrás de sus orejas, levantarse la remera a la altura de los hombros, limpiar la línea de saque antes de servir, no pisar las líneas blancas cuando termina cada punto). Respecto al juego, siempre dominó el partido salvo un pequeño lapso del segundo set en el que Mónaco estuvo 3-1 arriba. El resto, fue todo para el oriundo de Manacor en el que no faltaron muy buenos puntos entre ambos jugadores.