Hay historias de amor que se tejen en el desamor, en la carencia de cariño, cuidado y contención.
En Tres luces, de Claire Keegan, editada por Eterna Cadencia (2011), con traducción de Jorge Fonderbrider, el amor que resplandece no emana de los vínculos que solemos dar por sentados.
Madres y padres pueden amar a sus hijos, pero a menudo fallan en proporcionarles no solo lo que anhelan, sino también en lo indispensable para generar las condiciones favorables en la construcción de la subjetividad.
Nacida en Irlanda del Sur en 1968, Keegan nos sumerge en la vida de una niña, voz narradora de la historia, que es enviada a pasar el verano con unos parientes lejanos:
“Un domingo temprano, después de la primera misa en Clonegal, mi padre, en lugar de llevarme a casa, se interna en Wexford, en dirección a la costa, que es de donde viene la familia de mi madre”.
En este hogar, descubre un mundo donde la amabilidad y la atención son la norma, que nos muestra y le muestra a la niña un contraste abrumador con la negligencia y desapego que experimenta en su propia casa. La autora, con una prosa delicada y precisa, nos muestra cómo pequeños gestos y detalles cotidianos pueden tener un impacto profundo en la vida (y en el alma, por qué no) de una persona.
Esta nouvelle de 81 páginas se centra en la sutileza de las emociones y en los silencios que a menudo dicen más que las palabras. La protagonista, a través de su mirada inocente pero profunda, nos invita a reflexionar sobre la importancia de los lazos afectivos y sobre cómo la falta de ellos puede dejarnos cicatrices imborrables.Keegan nos recuerda que el amor no siempre se manifiesta de las formas esperadas, y que a veces, es en la ausencia donde encontramos su verdadero significado.
Tres luces es una obra que conmueve y que perdurará en el tiempo. Y su final, que acá no se develará, deja al lector o lectora, al borde de las lágrimas, sino en un llanto desplegado con una sola palabra.
Por último, junto a Ezequiel Vega* analizaremos la adaptación cinematográfica que realizó Colm Bairéad con su film "The quiet girl", título traducido al español como "La niña callada" (2022), una película tan sublime como fiel al libro que la inspira. Ambas materialidades, cine y literatura, nos demuestran que no solo pueden complementarse, sino también enriquecerse.
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* Ezequiel Vega egresó como Realizador Audiovisual en la ENERC y cursó la carrera de Comunicación social en la UBA. Trabajó en la producción de eventos como BAFICI, FIBA, TANGO BA y Ciudad Emergente. Sus cortometrajes formaron parte de distintos festivales nacionales e internacionales. Actualmente forma parte del staff del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata y del Festival Internacional de Cine de la Universidad de Buenos Aires (FIC UBA).
Taller de lectura | Literatura & Cine: Tres luces (Claire Keegan) | La niña callada (Colm Bairéad)
📍Dain Usina Cultural, Nicaragua 4899, Palermo, CABA
🗓️ Sábado 15 de marzo, 🕒15 horas
🙋🏻♂️Contacto Fernando Torres
📧 + info serodino@gmail.com
📌Actividad arancelada