miércoles, 22 de mayo de 2019

Julián Mola: Los lectores y los libros

Aproximadamente, ¿cuántos libros leíste en 2018?

Como la mayoría de los lectores, no tengo idea, no llevo un diario de lecturas y, como la mayoría, tengo planificado hacerlo. Este año descansé un poco -un poco- de la ficción, le dediqué más tiempo a la teoría (Berardi, Byung-Chul Han, ¡obviamente!, Agamben) y la no ficción (ensayos literarios, históricos, crónicas). Suelo leer, en promedio, un libro por semana, aunque siempre leo dos o tres a la vez. Algunos ensayos demandan más tiempo, calculo que el año pasado habré leído unos cuarenta completos. Y abandoné, especialmente ficciones, ya sin las contemplaciones de épocas pasadas, otros cuarenta o más en las primeras 20/30 páginas.



¿Cuáles fueron tus lecturas preferidas de este año?

Fenomenología del fin, F. Berardi.
Filosofía del budismo zen, Byung-Chul Han.
Austerlitz, W. Sebald.
Autorretrato, E. Levé.
Las aventuras de la china Iron, Gabriela Cabezón Cámara.
El artista más grande del mundo, Juan José Becerra.
Una vida absolutamente maravillosa y Bartleby y compañía, Enrique Vila-Matas.
La tierra elegida, Juan Forn.
Plano americano, Leila Guerriero.
Volverse Palestina, Lina Meruane.
Chicas muertas, Selva Almada.
La historia de las marcas deportivas, Eugenio Palopoli.


¿Cuál fue el libro o el autor que “descubriste” durante este año de lecturas?

A Enrique Vila-Matas, que combina genialmente erudición, experiencias y buena prosa para escribir crónicas, ensayos, o para construir ficción a partir de la vida de infinidad de escritores y otros artistas. A los dos antes mencionados sumo, y recomiendo también, Historia abreviada de la literatura portátil. Y a Eduardo Lalo, a quien ya había leído (su novela Simone), pero este año completé la “trilogía de la invisibilidad”, con La inutilidad y Los países invisibles. Valen la pena.


¿Cuáles son tus autores preferidos?

Lo primero que se me viene a la cabeza es hacer una distinción entre los terrenales (contemporáneos, vivos) y los no (los olímpicos). Pero en detrimento de los terrenales no la voy a hacer. Siempre tuve fuerte predilección por aquellos que escriben o escribieron en español (ficción), por obvias razones relacionadas con las traducciones (no la calidad de la traducción, la pérdida que sufre un texto reprocesado en otro idioma, de la que ya tanto se ha hablado y escrito).

Di Benedetto, Conti, Saer, Artlt, Borges, Marechal, Piglia, Walsh, Bayer, Onetti, Bolaño, Quiroga, Rulfo, García Márquez, Kafka, Dostoievski, (aunque no sepa ni alemán ni ruso), Vonnegut, Shakespeare, Pinter, Pessoa. Está bien: Martín Kohan, Patricio Pron, Hernán Ronsino, Selva Almada, de los contemporáneos.

Confieso que no menciono algunos escritores porque he leído solo dos o tres títulos y, aunque me parecieron fantásticos, creo debería leer más de su obra para incluirlos. Por caso: Sebald, Céline o Echenoz (Sobre la historia natural de la destrucción, Viaje al fin de la noche y Correr, respectivamente, me parecen lecturas obligadas). O los casos muy particulares de Rafael Pinedo, Jorge Baron Biza, Edouard Levé, o John Kennedy Toole, que tienen solo un par de títulos pero magistrales.


¿Cuáles son los diez libros que todos deberíamos leer?


Ojalá fueran solo diez. Me remito a la pregunta anterior, dando prioridad a los escritores latinoamericanos, para ser más o menos consistente (y elijo un título de cada uno pero podrían ser varios, o toda su obra):

Zama, Antonio Di Benedetto
Mascaró, el cazador americano, Haroldo Conti
La grande, Juan José Saer
Los siete locos, Roberto Arlt
El Aleph, J. L. Borges
La patagonia rebelde, Osvaldo Bayer
Operación masacre, Rodolfo Walsh
Cuentos completos, Horacio Quiroga
La vida breve, Juan Carlos Onetti
Cien años de soledad, Gabriel García Márquez

Quedan muchísimos afuera (mastodontes como Adán Buenosayres, 2666 o Yo, el supremo, que se leen con placer a pesar de su extensión), pero creo que sería un buen comienzo para quien quiera un compendio de las grandes obras que se han escrito en español.


¿Cuál es el libro clásico que no leíste y que te juras leer algún día?

Varios, porque nunca fui fanático de los clásicos (el temita de las traducciones). Ulises, pero lo tengo ahí, como el vino carísimo que guardás para una ocasión especial. En similar situación está Moby Dick. Distinto es el caso de la Odisea, o el Quijote, que los veo más como la visita a un pariente que mira TN.


¿Cuál es el libro, considerado “canónico” que no pudiste disfrutar, o dicho más fácilmente, que no te gustó?


En busca del tiempo perdido. Dejé Del lado de Swann (o Por el camino de Swann, o Por la parte de Swann, o como se llame) en la página 250 y pico. Está muy bien, pero lo agarré unos años tarde, había leído mucha literatura que remitía al universo proustiano, esas odas a la remembranza, y me cansó. Lo terminaré (el primer volumen).


En 2018 la Svenska Akademien (Academia Sueca) no entregó el Premio Nobel de Literatura. Si dependiera de vos, ¿a quién se lo hubieras otorgado?

Si se lo dieron a Bob Dylan, el Oscar al mejor escritor se lo daría sin dudas al Indio Solari, a quien el acervo cultural y literario argentino adeuda muchísimo.


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Julián Mola es ingeniero, docente y dramaturgo. Algunas de sus obras recibieron premios nacionales y participaron de distintas selecciones: Premio Nacional “Aplausos para la inclusión”, Ministerio de Desarrollo Social de la Nación 2012, Teatro x la identidad 2012, Premio Nacional “Nuestro teatro”, homenaje a Teatro Abierto, Secretaría de Cultura de la Nación 2013. En Instagram es @status_lux








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