martes, 25 de marzo de 2025

Taller de lectura Lo Imborrable "Bien tarde en el día", (Claire Keegan) & La locura es un bien de familia (Bárbara Belloc)

Uno de los principales objetivos de este taller de lectura es descubrir la intimidad y el poder del lenguaje. 

En este encuentro intentaremos hacerlo con dos libros, dos mundos y dos autoras que nos transmiten una verdadera pasión por la palabra.

 Hablamos de "Bien tarde en el día" de Claire Keegan y "La locura es un bien de familia" de Bárbara Belloc.

Ambas autoras nos regalan historias donde la belleza del lenguaje se entrelaza con la complejidad de las relaciones humanas. 

En el corazón de cada relato, encontramos vínculos profundos: el matrimonio de Cathal y Sabine en "Bien tarde en el día", y la relación madre e hija en "La locura es un bien de familia".

Sin embargo, la comunicación se ve desafiada: en Keegan por el egoísmo, la torpeza y la violencia, y en el mundo de Belloc por el deterioro cognitivo y el paso del tiempo, donde los silencios que pesan más que las palabras.

En "Bien tarde en el día", Cathal hace un viaje introspectivo hacia el pasado, exactamente un año atrás. La memoria puede funcionar como una herramienta eficaz para revisar y lidiar con los recuerdos de un amor? Y en caso de ser posible, ¿el personaje de la historia será capaz de alcanzar el entendimiento y asumir la responsabilidad de sus errores?

En "La locura es un bien de familia", el principal conflicto está en la lucha de una hija por preservar la identidad y la memoria de su madre, en donde el adversario es el avance inevitable de una enfermedad tan cruel como dolorosa: Alzhéimer. Pero también la protagonista se enfrentará a las contradicciones que se irán produciendo alrededor de su mundo emocional que surge como resultado del cuidado: el amor, la tristeza y la aceptación ante la enfermedad.


Taller de lectura Lo imborrable

📍Dain Usina Cultural, Nicaragua 4899, Palermo

🗓️ Sáb 26 de abril, 🕕18 h

📧  + info: serodino@gmail.com

📌Actividad arancelada





lunes, 3 de marzo de 2025

Caos calmo


Coexisten los sentimientos opuestos

conviven sombras y luces en un mismo jardín

la alegría no destierra a la tristeza sino que se repliega cual fantasma en la niebla

Fuerzas parejas en un campo de batalla, equilibrio amargo

un caos calmo, la apatía que adormece

Cuando uno de los dos luchadores se alza

la intensidad se desborda como un río crecido

La alegría se viste de euforia, el entusiasmo fuego que arde 

Su doble, la tristeza, primero silencia,

si el alma no se rebela, inmoviliza,

en esta danza de opuestos

el corazón aprende a vivir en la dualidad, 

acepta la sombra, abraza la luz

comprende que la vida es un péndulo

que oscila entre el encantamiento y el dolor

y en ese vaivén constante encuentra su propia verdad

su frágil y efímera belleza


Bajo un invierno ruso sin guerra 

la mirada hacia el suelo, sin estar perdida no es sigilosa, 

el resto del cuerpo escondido bajo un capote 

se cubre de nieve 

donde el gris todo lo envuelve, las nubes

Los días breves se escapan en ráfaga de vientos, 

las noches son demasiado largas

aun así, espera con aplomo 

porque sabe que la primavera regresará.




Lunes 3 de marzo, 2025




jueves, 27 de febrero de 2025

Taller de lectura | Literatura & Cine: Tres luces (Claire Keegan) | La niña callada (Colm Bairéad)

Hay historias de amor que se tejen en el desamor, en la carencia de cariño, cuidado y contención. 

En Tres luces, de Claire Keegan, editada por Eterna Cadencia (2011), con traducción de Jorge Fonderbrider, el amor que resplandece no emana de los vínculos que solemos dar por sentados. 

Madres y padres pueden amar a sus hijos, pero a menudo fallan en proporcionarles no solo lo que anhelan, sino también en lo indispensable para generar las condiciones favorables en la construcción de la subjetividad.

Nacida en Irlanda del Sur en 1968, Keegan nos sumerge en la vida de una niña, voz narradora de la historia, que es enviada a pasar el verano con unos parientes lejanos:

“Un domingo temprano, después de la primera misa en Clonegal, mi padre, en lugar de llevarme a casa, se interna en Wexford, en dirección a la costa, que es de donde viene la familia de mi madre”.

En este hogar, descubre un mundo donde la amabilidad y la atención son la norma, que nos muestra y le muestra a la niña un contraste abrumador con la negligencia y desapego que experimenta en su propia casa. La autora, con una prosa delicada y precisa, nos muestra cómo pequeños gestos y detalles cotidianos pueden tener un impacto profundo en la vida (y en el alma, por qué no) de una persona.

Esta nouvelle de 81 páginas se centra en la sutileza de las emociones y en los silencios que a menudo dicen más que las palabras. La protagonista, a través de su mirada inocente pero profunda, nos invita a reflexionar sobre la importancia de los lazos afectivos y sobre cómo la falta de ellos puede dejarnos cicatrices imborrables.

Keegan nos recuerda que el amor no siempre se manifiesta de las formas esperadas, y que a veces, es en la ausencia donde encontramos su verdadero significado. 

Tres luces es una obra que conmueve y que perdurará en el tiempo. Y su final, que acá no se develará, deja al lector o lectora, al borde de las lágrimas, sino en un llanto desplegado con una sola palabra.

Por último, junto a Ezequiel Vega* analizaremos la adaptación cinematográfica que realizó Colm Bairéad con su film "The quiet girl", título traducido al español como "La niña callada" (2022), una película tan sublime como fiel al libro que la inspira. Ambas materialidades, cine y literatura, nos demuestran que no solo pueden complementarse, sino también enriquecerse.


***

* Ezequiel Vega egresó como Realizador Audiovisual en la ENERC y cursó la carrera de Comunicación social en la UBA. Trabajó en la producción de eventos como BAFICI, FIBA, TANGO BA y Ciudad Emergente. Sus cortometrajes formaron parte de distintos festivales nacionales e internacionales. Actualmente forma parte del staff del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata y del Festival Internacional de Cine de la Universidad de Buenos Aires (FIC UBA).


Taller de lectura | Literatura & Cine: Tres luces (Claire Keegan) | La niña callada (Colm Bairéad)

📍Dain Usina Cultural, Nicaragua 4899, Palermo, CABA

🗓️ Sábado 15 de marzo, 🕒15 horas

🙋🏻‍♂️Contacto Fernando Torres

📧 + info serodino@gmail.com 

📌Actividad arancelada











lunes, 27 de enero de 2025

Una canción rusa que nos invita a luchar | Кино "Звезда" (La estrella)

Hace un tiempo me encontré con esta canción de una banda de post-punk rusa que me atrapó. Obviamente, primero por su musicalidad, porque nada me resulta más lejana que la lengua rusa. Sin embargo, me gustaba tanto cómo sonaba que decidí buscar la letra, tarea bastante sencilla hoy en tiempos de internet, que contiene casi todo. 

Una vez que encontré la letra, la copié y la pegué en el traductor al español. Su contenido también me pareció hermoso.

La estrella ⭐ 

Aullidos de los lobos, ladridos de los perros,
Con fuerza, hasta el dolor, el puño cerrado,
Como un pájaro golpea en las venas la sangre,
Esperanza y fe, el amor.
Se levantarán miles de manos,
Y alta es nuestra bandera.
Cielo azul y un círculo del sol,
Todo está en su lugar, pero algo va mal. 
En el cielo sobre nosotros brilla una estrella,
No hay nadie más que ella para ayudarnos,
En la oscura, oscura noche.
 Llegó la noche, después la tormenta,
Una lluvia triste, y el viento burlón.
Manos en los bolsillos, la mirada gacha
Y la lengua entre los dientes.
Oh, la nostalgia me está devorando,
Fiel amiga mía.
Bebe y camina, canta y baila,
Yo todavía estoy contigo. 
En el cielo sobre nosotros brilla una estrella,
No hay nadie más que ella para ayudarnos,
En la oscura, oscura noche.

Pensé en la presencia feroz de la naturaleza con sus lobos aullando y perros ladrando, la mención metafórica de un pájaro; el cielo azul y el sol radiante, y su opuesto, la oscuridad de la noche; también la tormenta, la lluvia y el viento, seguramente la representación de la melancolía. 

La magnitud y potencia de la naturaleza hacen del ser humano algo pequeño, mínimo, representación lograda con la descripción de un sujeto que tiene las manos en los bolsillos y va con la mirada gacha pero que, si mirara al cielo, tal vez podría ver una estrella que hiciera de guía, que pudiera ayudar a encontrar alguna salida. 

El mundo de las emociones es complejidad. Tristeza y melancolía, esperanza y alegría, todas, conviven. Pero la gran certeza: siempre hay que luchar.

A continuación, el link de la canción. Que la disfruten.

Звезда (hacer click acá)




jueves, 23 de enero de 2025

César Aira, "Cumpleaños"

Las ciento cinco páginas de Cumpleaños nos ofrece una riqueza literaria, filosófica y poética que no es fácil de encontrar en otros textos. La escritura es fluida y accesible, pero al mismo tiempo profunda y compleja, lo que la hace ideal para aquellas lectoras y lectores que busquen un desafío intelectual.

La puerta de entrada a este libro es un hecho que atraviesa a todas las personas, la palabra que le da el título al libro: Cumpleaños

Muchas veces, para quienes festejan sus aniversarios, y también para quiénes no, el día del cumpleaños suele ser marcado como el momento justo para un nuevo comienzo, tener ahí la posibilidad de dar un verdadero y definitivo inicio hacia una vida nueva. 

Inicio que se conforma al menos con no permanecer en los errores acarreados (pueden venir desde la infancia), y mejor aún, destruir la mitología que cada persona lleva consigo.

***

Son muchos los temas que aborda César Aira y nosotros los lectores, debido a la riqueza de sus ideas, podemos quedar perplejos ante tanta lucidez intelectual.

Cumpleaños es un breve (pero profundo) texto escrito en primera persona, que trabaja especialmente sobre dos cuestiones: la escritura y el tiempo. Para ello, son variadas y diversas las historias y anécdotas que nos cuenta con las que conceptualiza dichos tópicos.

Al detenernos en cualquiera de las cuestiones planteadas por el escritor pringlense pareciera que estuviéramos a punto de ingresar en otra dimensión. Y cuando esto sucede, inevitablemente la noción de tiempo se resignifica. 

Respecto a la escritura, es para destacar la propuesta aireana, la de vincular y reflexionar sobre el proceso creativo y el lazo que establece con la experiencia personal, la vida propia.

Cuando habla de la escritura, también sobrevuela la idea de solemnidad, no tanto peyorativamente pero sí que pareciera tener su fundamento o razón de existir a partir de la inexperiencia, por qué no de la juventud, (lo que no quiere decir que no haya escritoras y escritores solemnes de edades avanzadas y con trayectoria) y que dicho sea de paso, viene acompañada de una dosis de candidez, como es el caso de la chica que atiende en un bar de Coronel Suárez, "que escribía siempre, en toda ocasión, para desahogarse o expresarse".

***

Clasificar a este texto como una novela o como un ensayo sería tan insuficiente como una injusticia. Es todo esto y mucho más.

César Aira nos da un texto de alto vuelo literario y filosófico, con una prosa tan fluida como inconfundible, que nos invita a pensar el mundo desde nuevas perspectivas, que no prescinde del humor ni de la ironía.

Cumpleaños ha tenido un gran alcance que hasta hasta la socióloga canadiense Naomi Klein utilizó en “La doctrina del Shock” una frase del libro de Aira como epígrafe para el suyo:

“Todo cambio de tema, es un tema”

Cumpleaños puede leerse como una enciclopedia o lo que es más intenso aun, como un tratado. Preguntas que están en nuestro pensamiento pero que por falta de tiempo, pereza intelectual o simplemente porque no nos dimos cuenta, son las que nos puede despertar la curiosidad, o más fuerte todavía, sacarnos de nuestras creencias, romper con eso que llamamos certezas, y que no fueron cuestionadas a causa de lo sedimentadas que están en nuestra matriz de pensamiento:

¿Cómo es que se puede permanecer tanto tiempo, tantos años en un ‘error’, tan sólo por no intentar pensar más profundamente sobre aquello que se nos ofrece como Verdad?”

La filosofía y la matemática; el esencialismo y el existencialismo; la creencia, el verosímil y la verdad; el lenguaje y la carencia de la traducción; el etnocentrismo y el conformismo; la revolución y la globalización; la emancipación pero también sus dos reversos: la condescendencia y la filantropía; la Historia y el paso del tiempo; la juventud y la experiencia; la ignorancia; la vida y la muerte; ser escritor y ser lector; la Luna. 

Todos estos temas presentes en la galaxia aireana dan el marco a este libro que el autor escribió al cumplir sus cincuenta años (el tiempo de escritura quedó grabado en la fecha fijada en la última página del libro: 18 de julio de 1999).

***

Por último, y otra vez con respecto a la cuestión del tiempo, podríamos afirmar que el tiempo de lectura pura (no solo en este libro, sino que me atrevería a decir en toda la bibliografía aireana), su grado cero –la mera decodificación de palabras, párrafos y páginas- en comparación con el tiempo de aprehensión del texto, están demasiado alejados. 

Da fe de esto Cumpleaños que, objetivamente se puede leer en tres horas, pero es muchísimo más grande el tiempo que genera la reflexión sobre las ideas ofrecidas en este maravilloso libro.








miércoles, 8 de enero de 2025

Taller de lectura | Verano Saer 2025


 La principal hipótesis que afirmamos sobre la literatura saeriana es aquella que sostiene que el autor nacido en Serodino escribió una "única historia". 

El punto de partida de esta idea no es original, mucho menos reciente. De hecho, pudimos darle forma a esta idea a partir de la lectura de las palabras que expuso Ricardo Piglia en una de sus clases en la Universidad de Buenos Aires, y que fueron publicadas en formato libro hace unos pocos años, precisamente en 2016, por la editorial Eterna Cadencia. 

El libro en cuestión es Las tres vanguardias. Saer, Puig, Walsh, donde Piglia dice:

El proyecto global de Saer debe ser visto como el de un narrador que intenta construir una novela en movimiento, que todavía no tiene fin, que ha definido una zona, ha puesto en ella una serie de personajes y ha empezado a contar la historia en diferentes relatos, fragmentariamente. Uno puede imaginar que su proyecto es construir, al final, con todos los libros, una sola historia que terminará por imbricar al conjunto de estas narraciones. se trata de un proyecto narrativo fragmentado, que por momentos se condensa, por momentos se expande, toma elementos secundarios de una historia y los autonomiza para convertirlos después en el centro de una novela en la que personajes secundarios de un relato anterior pasan a ocupar el primer plano.

Nadie nada nunca y La pesquisa son dos novelas que fueron publicadas en 1980 y 1994, respectivamente. Pero entre ambas hay una fuerte conexión, no solo por su geografía, por la mención o aparición de varios personajes, sino por la incidencia del paso del tiempo y de los destinos acaecidos de cada uno de ellos, especialmente de los hermanos Pichón y el Gato Garay, de Elisa, y también de Tomatis. 

Por supuesto, cada libro es portador de su propia trama y del tipo de escritura. En ambas, lo político está inscripto, pero no se somete a la tentativa de lo testimonial, no es una literatura de mensaje (Nadie nada nunca), ni tampoco queda atrapado en los límites del género que lo contiene, el policial (La pesquisa). 

Podemos acompañar también la lectura de las dos novelas con dos cuentos (esto es opcional; solo para dar contexto y comprobar la hipótesis) que nos permiten ampliar el sentido producido, no con la finalidad de lograr una totalidad, sino más bien la de expandir el mundo saeriano, de evidenciar que el devenir de los personajes no se agota cuando se cierran las tapas de un solo libro.

Si en La pesquisa es Pichón Garay quien nos cuenta sobre los crímenes de las ancianas de París, será en A medio borrar donde nos enteramos de su partida definitiva a Francia, y del no-encuentro para despedirse de su hermano el Gato Garay, personaje principal de Nadie nada nuncaRecepción en Baker Street es el relato que continúa la conversación en un bar, donde termina la novela La pesquisa.


Clase 1. Nadie nada nunca

En esta lectura de Nadie nada nunca intentaremos observar y pensar sobre varios puntos:

📌 Fragmentos de una vida enigmática, silenciosa y la historia de un destino trágico: el Gato Garay

📌 ¿Es posible pensar los misteriosos crímenes de los caballos como metáfora de la violencia política de los años 60 y 70 en Argentina?

📌 ¿Es Elisa portavoz de las atrocidades sufridas por las víctimas, los desaparecidos durante la última dictadura militar?

📌 Los universos de la ficción saeriana, dos mundos en contacto permanente: la ciudad y el campo

📌 ¿Una historia incompleta, fragmentaria o escrita hacia el futuro? Los sentidos producidos con la lectura de Nadie nada nunca se verán transformados en nuevas experiencias, una vez que se lean las novelas que Saer escribirá en años posteriores: Glosa (1984), La pesquisa (1996) y La grande (2004)


Clase 2. La pesquisa 

Cuando apareció La pesquisa en 1994, llamó la atención que Saer hubiera escrito una novela enmarcada en lo que podemos definir como género policial. Esta idea no fue producto únicamente de una determinada lectura, sino que aparecía en el paratexto del libro. Por ejemplo, en la página 3, se presentó a la novela de la siguiente manera:

“Juan José Saer. La pesquisa. Novela policial”.

En la contratapa se ratifica la supuesta pertenencia al género y se refiere a ella en esa dirección: “Relato fascinante, aguda reflexión sobre la racionalidad, el crimen y la locura. La pesquisa es la gran novela policial de Juan José Saer”.

Sin embargo, quienes habían leído al autor, sabían que no iban a encontrarse con una historia sujeta a las reglas y convenciones del género; mucho menos a la condición más específica e importante de todas, la que tiene que ver con el interrogante:

“¿Quién es el culpable?”

Por supuesto, esta pregunta estará inevitablemente en el transcurso de la narración. Porque no se trata de romper absolutamente con el género. Pero sí es necesario aclarar que en La pesquisa habrá otros enigmas importantes por revelar, además de la identidad del asesino:

📌¿Quién cuenta la trama de La pesquisa?

📌¿Quién es el autor de la novela que está dentro de la novela, “En las tiendas griegas”?

📌¿Quiénes asesinaron a la pareja de Nadie nada nunca (1980)?

📌¿Dónde están los cuerpos?


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Bibliografía 

Novelas

Saer, Juan José (1980). Nadie nada nunca. México: Siglo XXI Editores

Saer, Juan José (1994). La pesquisa. Buenos Aires. Seix-Barral


Cuentos (opcional)

Saer, Juan José (1976). "A medio borrar", en La Mayor. Barcelona. Planeta

Saer, Juan José (2000). "Recepción en Baker Street", en Lugar. Buenos Aires. Seix-Barral


Bibliografía complementaria

Brando, Oscar (2015). “La escritura de Juan José Saer. La tercera orilla del río”. Argentina: Corregidor.

Casas, Fabián (2016). Juan José Saer: El Grande, en “Trayendo a casa todo de nuevo. Todos los ensayos”. Argentina: Emecé.

Piglia, Ricardo (2016). Sexta clase 8 de octubre de 1990, en “Las tres vanguardias”. Argentina: Eterna Cadencia.

Prieto, Martín (2016). “Una forma más real que la del mundo”. Argentina: Mansalva.

Prieto, Martín (2023). “Un enorme parasol de tela verde". Argentina, Eduner.

Arce, Rafael: Juan José Saer. La felicidad de la novela (2015), Santa Fe, Universidad del Litoral

Piglia, Ricardo: Las tres vanguardias (2015), Buenos Aires, Eterna Cadencia

Prieto, Martín (comp.): Juan José Saer. Una forma más real que la del mundo (2016), Buenos Aires, Mansalva

- Gilio, María Esther: No manejo bien mis virtudes ni mis defectos

- Pauls, Alan: La música de las palabras

Prieto, Martín: Saer en la literatura argentina (2022), Santa Fe, Universidad del Litoral

Ricci, Paulo (comp.): Zona de prólogos (2011), Buenos Aires, Seix-Barral

Sarlo, Beatriz: Zona Saer, (2016), Santiago de Chile, Universidad Diego Portales

Schavelzon, Guillermo: El enigma del oficio (2022), Buenos Aires, Ampersand


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Taller de Lectura Verano Saer

Martes 11 y 18 de febrero, 20 horas. Modalidad presencial (Caballito, CABA)

Costo: 25 mil pesos. 


Para más información, escribir a:

serodino@gmail.com 







viernes, 27 de diciembre de 2024

Cine | La metamorfosis: Lobster, de Yorgos Lanthimos




"Se hace un poco tarde, mi vida
No hay tiempo que perder"

Hermano Hormiga




No estaba cansado, no tenía sueño, ya había leído bastante en el día, tampoco quería "adelantar" trabajo.

Me acordé que días atrás había venido un amigo y me marcó en una plataforma audiovisual películas que me recomendaba. Era lo mejor que podía hacer.

Entonces di vuelta el sillón de tres cuerpos, lo dejé en posición para ver la tele acostado, de frente a la pantalla, y puse Lobster, la película de Yorgos Lanthimos, estrenada en 2015. 

La iba a ver casi diez años después. Hacía calor, prendí el aire acondicionado. Puse play.

La película es una distopía que maneja muy bien el absurdo, la parodia, el humor. Pese a algunas escenas fuertes (y bastante crueles), no exhibe la ferocidad sin respiro de la serie El cuento de la criada, basada en la novela de Margaret Atwood

El mundo de Lobster es una sociedad donde se castiga de manera peculiar a quienes no están en pareja. Primero se les retira de la ciudad y se los lleva a un hotel. A partir de ese momento, hombres y mujeres tienen 45 días para encontrar nueva pareja. Si no lo consiguen, serán convertidos en el animal que prefieran. 

David, el protagonista principal interpretado por Collin Farrell elegirá, si fracasa, una langosta.

Hombre y mujeres que escapan de ese mundo se van a otro alternativo, irreverente, propio de lo anti-sistema, que pese a su nulo confort pareciera mostrarse más amable, más noble.

Sin embargo está construido también bajo reglas absurdas y dolorosas, la peor de todas, la prohibición de enamorarse, y los castigos que ejercen, también despiadados en el uso de la crueldad. 

No está de más señalar el papel de Lea Seydoux, líder de Los Solitarios, cuando en una de las escenas de la película, enojada por la violación a la regla respecto del amor por parte de David y de su reciente enamorada Mujer miope, papel a cargo de la actriz Rachel Weisz, ordena a él a construir su propio pozo, el lugar donde va a ser enterrado cuando muera, y a ella, someterla a una atroz cirugía.

La película no propone una salida, justamente todo lo contrario.

Desnuda las contradicciones en las parejas que se mantienen ya sea por hastío, costumbre y/o conveniencia, y la idea del <amor romántico>, como si la sola coincidencia en algún o algunos rasgos fueran suficientes para decidir compartir la vida.


Dir. Yorgos Lanthimos








viernes, 15 de noviembre de 2024

Ruleta rusa (parte I)

Un acto mágico que me pasa cada tanto en relación con la literatura es cuando alguien me recomienda un libro que no tenía en radar.

Desde hace un tiempo estoy leyendo literatura que tiene que ver con la ludopatía y el mundo de las apuestas. Pocos días atrás hablé brevemente de ResponsoEl jugador, y La verdad de una noche, y del ensayo de Johan Huizinga Homo ludens.

Hablaba con Martina sobre esto y de repente me preguntó si había leído a Mircea Cârtárescu. Le dije que las tres novelas de Las bellas extranjeras me gustaron pero no me había deslumbrado ninguna. Ni por la trama ni por las formas o procedimientos. Era un buen libro, una hermosa edición de la bellísima editorial Impedimenta, pero no era de esos que me dejaba pensando mucho tiempo o me generara ganas de recomendarlo.

"¿Pero leíste El ruletista? Ya que estás leyendo sobre azar y juego". No me dijo si el libro era muy bueno, si era breve o extenso. Con su tono de voz, suave, por momentos casi inaudible, agregó: "es sobre la ruleta rusa. No te puedo decir nada más porque si no se pierde la gracia. Y no es por eso del spoiler". 

Desde ese mismo momento me quedó dando vueltas en la cabeza el libro. No podía ir a comprarlo en ese instante porque ya eran más de las dos y sabemos que a la madrugada no hay ninguna librería abierta.

Digresión: si hubiera una librería que tuviera horario nocturno, ¿funcionaría? ¿Vendería bien? ¿Habría una comunidad lectora insomnes dispuestos a visitarla, a leer y comprar libros ahí? No lo sé, probablemente no. Si no, ya existiría.

La conversación sobre libros había terminado y prosiguió sobre música barroca y renacentista, géneros sobre los que no sé absolutamente nada. Un concierto de Arcangelo Corelli, la violonchelista neerlandesa Lucia Stwarts y su interpretación de Bach, de la violinista alemana Anne-Sophie Mutter, si es la número uno de la actualidad...

Llegó el lunes y después de terminar la jornada laboral pasé una librería y pregunté por El ruletista. Ezequiel me dijo que no quedaba más, pero que hay una edición cuyo título es Nostalgia (1993), con la impecable traducción de Marian Ochoa de Eribe, que incluía esa historia. Fernando lo fue a buscar y me lo trajo. "Llévalo. Tuyo". 

Me senté en el sillón de dos cuerpos de la librería (quizá sea el mejor lugar del mundo para leer que exista), y lo primero que hice después de ponerme los anteojos fue ver en página comenzaba y marcarlo con un señalador de la tienda, uno de fondo blanco con un rectángulo azul en el interior que dice Ref.

Leí brevemente el prólogo y ahí mismo me enteré que el camino de la edición de El ruletista fue a la inversa de mi búsqueda. Primero se había editado dentro de Nostalgia junto a otras historias. Después tomo vuelo propio, y se publicó de manera individual.

Gracias a esta historia Cârtárescu comenzó a trascender las fronteras de Rumania, su país natal, comenzando a tener una notable proyección internacional.

Abrí el libro y fui directamente al índice. Vi que tenía una introducción (sección que siempre leo después de finalizar cada libro que tenga la suya) y vi que El ruletista era la primera historia del libro. Comencé a leerlo (...)

Continuará 








sábado, 2 de noviembre de 2024

Apuestas, deporte y literatura | Huizinga, Dostoievski, Saer y Sol Montero

La ludopatía comienza a instalarse, cada vez con más fuerza, como tema de conversación en la agenda social. Es cierto, todavía bastante menos en los medios de comunicación hegemónicos, y peor aún, no como un fenómeno problemático, sino invitando o incitando a apostar en varios programas de contenidos audiovisuales por streaming, los dedicados al fútbol especialmente, ya que varias de estas empresas de apuestas son patrocinantes de estos canales. 

Antes de continuar, una aclaración: trataré de decir apostar en lugar de jugar. La apuesta va de la mano del juego pero no es constitutiva de él. No se puede apostar si no hay "juego", pero se puede jugar sin apostar: esa es una diferencia capital, lo que hace a la pureza del espíritu del juego. 

Jugar es otra cosa, de la forma que sea, el deporte practicado en un modo amateur (es importante señalar que el deporte en su carácter profesional lo lúdico fue cediendo cada vez más su lugar, volveré sobre este punto), una competencia, una prenda, un desafío: tratar de adivinar cuál de las dos gotas de una lluvia que se deslizan por la ventana de un vidrio caerá primero, no deja de ser un juego.

Se ha escrito bastante sobre el tema de juego. Desde las ciencias sociales, el historiador neerlandés Johan Huizinga escribió un libro meticuloso y extenso en el cual nos ofrece no solo una definición detallada, minuciosa, una descripción pormenorizada que va desde sus cualidades y características hasta su etimología en distintas lenguas. 

El libro en cuestión se titula Homo ludens y se publicó en 1938. Al comienzo de su trabajo nos dice que al juego no se lo puede definir como una actividad más de la cultura sino algo mucho mayor: es constitutiva de la condición humana, pero no exclusiva. También forma parte de la naturaleza animal:


"Los animales no han esperado a que el hombre les enseñara a jugar. Con toda seguridad podemos decir que la civilización humana no ha añadido ninguna característica esencial al concepto de juego. Los animales juegan, lo mismo que los hombres. Todos los rasgos fundamentales del juego se hallan presentes en el de los animales. Basta con ver jugar a unos perritos para percibir esos rasgos. Parecen invitarse mutuamente con una especie de actitudes y gestos ceremoniosos. Cumplen con la regla de que no hay que morder la oreja al compañero. Aparentan como si estuvieran terriblemente enfadados. Y, lo más importante, parecen gozar muchísimo con todo esto (...)

 (...) Podemos ya señalar un punto muy importante: el juego en sus formas más sencillas y dentro de la vida animal, es ya algo más que un fenómeno meramente fisiológico. El juego traspasa los límites de la biología: es una función llena de sentido. Todo juego significa algo".

 En ese libro, Huizinga también tratará de demostrar que el juego auténtico, en su dimensión pura, está enlazado de manera estrecha con la belleza. 

 "La cualidad de «ser bello» no es inherente al juego como tal, pero este propende a hacer acompañar de toda clase de elementos de belleza. Ya en las formas más primitivas del juego se engarzan, desde un principio, la alegría y la gracia. La belleza del cuerpo humano en movimiento encuentra su expresión más bella en el juego. En sus formas más desarrolladas este se halla impregnado de ritmo y armonía, que son los dones más nobles de la facultad de percepción estética con que el hombre está agraciado. Múltiples y estrechos vínculos enlazan el juego a la belleza".

Esta belleza tiene que ver con el aspecto emancipatorio y superador del cuerpo, e incluyen distintos factores como puede ser una alimentación sana y adecuada, un buen descanso, y sobre todo, la expresión armónica del movimiento. 

***


La literatura también nos dio textos para pensar en la ludopatía. La primera referencia es inevitable: la novela de Fiódor Dostoievski "El jugador". Corría el año 1866 y el escritor ruso atravesaba una situación económica desesperante. 

Como si fuera una vuelta más de la bolilla blanca en la ruleta después de escuchar el "no va más", firmó un contrato con un editor en julio de 1865 en el que se comprometía a entregar una novela para noviembre de ese año, o sea, el plazo era de cinco meses. En caso de no cumplir con lo pactado, perdía los derechos de todos sus libros publicados hasta ese momento y también debía devolver el anticipo que había recibido cuando firmó el contrato. 

Poco tiempo antes había firmado un contrato con otro editor por una novela que iba a ser tal vez la más leída del autor moscovita, la que dio vida a Rodión Raskólnikov: estamos hablando de Crimen y castigo ¿Qué fue lo llevó a Dostoievski a ponerse bajo tanta presión? Las deudas siderales que había contraído. 

El tiempo pasaba, transcurría, volaba. Precisó armarse de un método: por la mañana escribiría Crimen y castigo; por la tarde, El jugador. Sin embargo, por más dedicación que le pusiera, el tiempo no le alcanzaba. Entonces, decidió contratar a Anna Grigórievna Snítkina para mecanografiar sus novelas. La historia que sigue es un poco más conocida. Dostoievski entregó a tiempo El jugador (la escribió en tan solo tres semanas, Anna Grigórievna se convertiría en su esposa y madre de sus hijos cuatro hijos: Sonia, Liubov, Fiódor y Alekséi. 

Los problemas en la vida de Dostoievski y su familia prosiguieron: el asedio de los acreedores, la convulsión en el mundo de las ideas políticas, las enfermedades como el asma y la epilepsia, cambiaban de ciudades y de países de residencia. Y su literatura, afortunadamente, también continuó. El idiota, Los demonios, entre otras más y su última novela, una de las obras maestras de la literatura universal,  que originalmente iba a ser publicada en dos partes y finalmente quedó la primera, la única: Los hermanos Karamázov


Para leer más sobre el encuentro entre Dostoievski y Anna, por Daniel Gigena

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Los casinos "analógicos", el barco flotante de Puerto Madero, el casino de Mar del Plata, los hipódromos, los bingos en innumerables ciudades de todo el país con sus máquinas electrónicas, son algunos de los lugares más reconocidos donde se apuesta, de modo legal. Pero los espacios de la ludopatía trascendieron y también fueron alcanzados por el desarrollo tecnológico: proliferan y ganan espacio cada vez más en los soportes digitales. No cuesta casi nada descargar una app en la computadora o en el celular. 

Pero todo mundo formal tiene su contracara. Hay "casas" de apuestas clandestinas donde los requisitos solicitados casi son inexistentes, tan flexibles que habilitan la trampa: cualquier persona puede apostar, basta con sumarse a un grupo de whatsapp para participar de las apuestas, que si bien son clandestinas, no dejar de mover sumas cuantiosas de dinero.

En estos tiempos, la "estrella" del mundo de las apuestas son las deportivas. Una observación: su exhibición y mostración se vuelve ostentación. Lejos está de sentirse vergonzante; no necesita estar en las sombras, no se ocultan, no hay "secreto". Están por todos lados. Basta con mirar los sponsor de varias de las camisetas más importantes de fútbol argentino y del resto del mundo para ver su altísima visibilidad. 


Dos consecuencias. La primera. Los problemas que está causando en adolescentes (por supuesto, que atraviesa a todas las franjas etarias, pero esta tenía una menor incidencia en las apuestas de las "juegos" clásicos como la ruleta). La explosión de las apuestas con el deporte: ya no se "juega" a quién ganará, o por cuánto, sino hasta variables más complejas: ¿Quién será expulsado? ¿Cuántos tiros de esquina tendrá x equipo en el primer tiempo? ¿Qué equipo sacará el primer lateral? Las variantes y después las combinaciones son tantas que exasperan. Pero el efecto a quiénes apuestan es otro: seducen. 

La segunda. Al principio de este texto decía que jugar era otra cosa, de la forma que sea, y que el deporte en su dimensión amateur estaba dentro de él. Con lo que escribió en 1938 pienso que si Huizinga viviera en nuestra contemporaneidad y observara el desarrollo que tuvo el deporte profesional en todo el mundo, especialmente en los que generan mayor audiencia y convocatoria, estaría aterrado con todo lo que está sucede alrededor del juego. Sólo el fútbol y el tenis nos han dado muchísimos escándalos en estas últimas tres décadas. 

A fines de la primera mitad del siglo pasado Huizinga decía lo siguiente:

"El desarrollo del deporte, a partir del último cuarto del siglo XIX, nos indica que el juego se concibe cada vez más con mayor seriedad. las reglas se hacen más rigurosas y se elaboran más al detalle. Las performances son cada vez más altas. Con esta creciente sistematización y disciplina del juego se pierde, a la larga, algo de su puro contenido lúdico. Este se manifiesta en la distinción de los jugadores profesionales y aficionados. 

La perfección con que la moderna técnica social incrementa el efecto exterior de las demostraciones de masas, no consigue por ello que ni las olimpíadas ni los campeonatos internaciones, que gozan de tan buena propaganda, se conviertan en una actividad creadora de cultura.  

Esta concepción se opone directamente a la opinión corriente según la cual el deporte representaría en nuestra cultura  el elemento lúdico en su grado máximo. El juego se ha hecho demasiado serio, y el estado de ánimo propio del juego ha desaparecido más o menos de él".

La ludopatía no es la exacerbación del juego, sino su descomposición. El juego es el agente motorizador de su trastorno, de la compulsión, del in crescendo del vértigo hasta la pérdida de control, la pérdida de la capacidad de discernimiento sobre las consecuencias que van desde las pérdidas materiales y luego, por supuesto, las afectivas.


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Escrita en once meses y publicada a fines de 1964, la primera novela editada que conocemos de Juan José Saer. Responso cuenta la historia de Barrios, un dirigente del sindicato de prensa que es despojado de su cargo de modo humillante en 1955. A partir de ese momento su vida comienza a caer como en una pendiente. Concepción, su mujer lo deja. Barrios deambula de pensión en pensión, cae en el alcoholismo y se vuelve un jugador compulsivo. Lo poco que tiene lo pierde, pero la caída hacia lo profundo no se detiene: va a perder mucho más. Años después, tras una visita a la nueva casa de su exmujer, Barrios siente nostalgia por la vida que no tuvo y vergüenza por su presente. Pero la mujer que ama le quiere dar una nueva oportunidad, para retomar la vida juntos, es esa nueva casa que él no pudo, vivir con ella en un hogar. 

Es una breve historia (el tiempo del relato comprende no más de seis horas) pero densa, donde se evidencia con furor la angustia y la precariedad de la existencia. Es también la novela de la mentira. Porque para los jugadores, los apostadores compulsivos, primero el ocultamiento y luego la mentira, son dos de los rasgos que se van acentuando a medida que la patología avanza. 

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En octubre de 2022, Sol Montero, socióloga, investigadora y doctora en Letras, especializada en discurso político, nos sorprende gratamente con La verdad de una noche, su primera novela. 

Esta obra de casi 160 páginas está escrita en primera persona, su prosa es fluida y sus descripciones precisas, demostrando además, un dominio notable de la intertextualidad, tanto entre géneros como en autores (con Cicatrices de Saer, con El jugador de Dostoievski, Antoine Gombaud, Georges Bataille).

La historia nos cuenta de Ana, una joven investigadora que viaja a Francia para terminar sus tesis doctoral sobre el mundo de las apuestas y los juegos de azar. Sin embargo, pronto descubrimos que la trama va más allá de la investigación académica "Les jeux de hasard et d' argent" y su experiencia en la vida universitaria francesa.

Ana se encuentra en medio de dos vínculos muy fuertes: hacia el pasado, la relación con Charly, su padre, su historia, los recuerdos que empiezan a encajar como las piezas de un rompecabezas caótico y del que nunca se podrá obtener la figura perfecta; y en el presente inmediato, la relación con su novio Gino. Los dos, padre y novio, afectados por la adicción a las apuestas compulsivas. 

Prueba de la exquisitez de su capacidad de reflexión sobre el azar nos encontramos con citas como esta:

"La física permite calcular dónde va a estar exactamente ubicado el planeta Saturno dentro de cien mil años, pero no puede predecir en cuál de las treinta y siete casillas de una pequeña ruleta va a caer la bolita. Él lo sabía, todos los saben, y sin embargo..."

A diferencia de las otras novelas que mencionamos como El jugador y Responso la novela de Sol Montero se enfoca en las personas que atraviesan la patología que atraviesan sus seres queridos. La autora santacruceña explora muy bien la vulnerabilidad humana sin regodearse en esos padecimientos.

Por último, vale destacar que La verdad de una noche evita la moralización, optando por una respuesta emancipatoria que muestra que, a veces, la voluntad puede imponerse sobre los fantasmas. 

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sábado, 5 de octubre de 2024

Las horas felices, Pascal Quignard

Un nuevo libro de Pascal Quignard, del que puedo decir no esperaba, sino que me encontré con él, gracias al regalo de un querido amigo, al que llamaré J.R. y de quién aclararé que no se parece en nada al villano magnate del petróleo de la histórica serie norteamericana Dallas, sino que es el actual director de El cuenco de plata, uno de los sellos más importantes y hermosos que forma parte de la galaxia editorial argentina y que publica la obra más significativa del autor francés, El último reino, ahora el volumen XII titulado Las horas felices.

Anteriormente había leído dos libros de Quignard: el bestseller La barca silenciosa (El último reino VI), y el también reciente El hombre de las tres letras (volumen XI), dos libros muy celebrados, mucho más el primero. 

Con estas aclaraciones quiero decir que no soy un lector avezado en el autor nacido en Verneuil-sur-Avre, en 1948, apenas cuatro años de finalizada la segunda guerra mundial.

Las horas felices me causó un estado de alegría calma, desprovisto de toda euforia, impronta que tiene que ver más con el deseo de gratitud para con el libro y cada una de sus páginas.

Porque después de haberlas recorrido me dejó la sensación de haber conocido historias, anécdotas, fechas y datos, estos dos últimos por sí solos no poseen valor pero en contexto con los hechos, pueden dar lugar a eso que llamamos acontecimientos, situaciones que pueden cambiar el sentido ya sea en una dimensión social, política y por supuesto, cultural.

Las horas felices es un libro de aquellos que nos hacen pensar en ese par de palabras que fueron utilizadas por un japonés para titular una novela suya. Nos deja en un estado de melancolía pero no invita ni da lugar al apesadumbramiento ni al abandono; no se trata tampoco del desencanto. 

Más bien nos lleva en dirección contraria: la contemplación y la reflexión, hacia esos lugares que nos rodea y dónde se evidencia y materializa durante toda nuestra vida, lo bello y lo triste.

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En las primeras páginas del libro nos encontramos con la voluntad de escritura de Quignard:

Detrás de la letra, está la fecha (...) Así es como detrás de la littera, donde está lo perdido, se conserva el datum: lo dado. Lo que fue el dato en lo real. (...) En este libro, en el que quiero dejar la letra, me hace falta recoger esos últimos vestigios: las cifras y las fechas. Las horas que las reúnen. Pero, ¿Qué es una fecha? Es la unidad mínima de la Historia. El instante en el que comienza el relato.

Tal vez fue a partir de este momento del relato lo que hizo que Quignard nos abra un poco más las puertas de su vida, de su historia, sus sueños y sus miedos, que lentamente, van emergiendo a lo largo de sus 208 páginas de Las horas felices

El amor, y sentido de la vida están presentes, pero le dedica un profundo análisis también a la amistad: 

La amistad es también saber callarse juntos y en este caso nosotros habíamos sido amigos asombrosos. La amistad es también no tratar de domesticar nada del otro. Nunca pedir el fondo de su secreto.
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Me quedé pensando en lo bello y lo triste, en ese binomio de palabras que moviliza y convoca. Cito la página 62, cuando Quignard escribe:

A las horas tristes no hay que agregar la pena que las vuelve tediosas. No introducir en ellas la espera que las torna inmóviles. Hay que ir al jardín a regar los arbustos que tiemblan o los pétalos de las flores que se vuelven a cerrar al final del día, hay que traducir un libro, hay que buscar todos los subterfugios que eliminan el sentimiento de los males que por desgracia alimentamos. Aún tristes, es bienvenido que las horas escapen del lamento. 

Comencé este texto diciendo que no esperaba a Las horas felices, si no que me lo encontré. Debo corregirme, y dejar que lo diga el mismo Quignard y en este libro, cuando escribe: 

Algunos libros encuentran repentinamente a sus lectores. Es cierto. Y tal vez sea allí donde se sitúa por excelencia el misterio de la anacronía de los seres de este mundo.

Son las 1114 de la mañana. Ya es hora de comenzar a preparar la comida. Es hora de cerrar tapas de este libro, que volverán a abrirse quién sabe cuándo. Ese tiempo probablemente sea cuando un recuerdo o una idea o ambos aparezcan y necesiten de las palabras de Pascal Quignard. Ahí, en alguna fecha todavía hoy incierta, volveré a Las horas felices.













 


domingo, 15 de septiembre de 2024

Un domingo más



UN DOMINGO MÁS


No se puede decir así como si nada "un domingo más"

como si los domingos que ya vivimos 

hayan sido todos los domingos de la historia

incluso el de la resurrección más conocida 

que dicho sea de paso 

tal vez sea la única

pero que haya sido única 

no significa que haya sido cierta


Sí. Sí

fue escrita, quedó registrada, documentada, sellada

sin embargo, volvemos a lo de siempre:

la relación entre la escritura y la verdad

la crónica y la ficción

¿Quién escribió la Biblia? 

La respuesta obvia, no, por favor

los nombres de siempre ya los conozco

Juan, Mateo, Lucas y Marcos

No importa, menos que menos fue el Espíritu Santo


Ya me distraje, me desvié de lo importante

el tema de los domingos

Necesito concentrarme, y para eso, tengo que hacer un esfuerzo

vuelvo al tema de los domingos


El de hoy no se trata de un domingo más

es uno de los contados domingos que me queda por vivir

Como se dice en el barrio "no es joda"


Hice una simple cuenta

Los domingos que viví hasta ahora fueron unos 2444 

2444 es un número grande pero si cambiamos la perspectiva, tampoco son tantos

¿A cuántos de esos 2444 le di el valor que se merecía? 

Cerca de esa cifra deben ser los que no recuerdo

Primero, porque era chico

Segundo porque ni se me ocurría contarlos

Tercero porque "hacía" 

no importa si era dormir, porque los domingos son para dormir 

o para ir a la cancha a ver fútbol 

o para estudiar

o para mirar películas

o para visitar familiares

o hacer un asadito en el Tigre con una novia

o para arreglar una pared

o un techo (o al menos intentarlo)

o el flotante del depósito del baño

o arreglar un velador en cortocircuito

o cambiar lámparas quemadas

o para ir al supermercado y después hacer una rica comida a la noche


Para eso y tantas cosas los domingos que pasaron


Cambio de tema

pensar pensé todo el día

pienso todo el tiempo

aunque no siempre piense bien


Qué fácil me voy del tema, por dios, dios mío

¿Cómo se me va a dar por por contar los domingos?

Pese a que estaba un poco triste y otro tanto melancólico hoy también hice cosas

me desperté temprano

me bañé

leí un poco en casa

había quedado con un amigo en ir a desayunar

fui, hablamos

volví, acomodé la casa

comí liviano porque quiero bajar de peso

el peso me atormenta


Descolgué la ropa de la soga

la acomodé

hice café

cociné para la semana

escuché música

mi tema preferido de la tarde fue Vida, de Hormiga Negra


Ahora no estoy tan triste

No creo que esté angustiado 

o un poquito

Sí, la verdad que sí

un poco ansioso estoy


Quizá me haga bien salir

voy a salir

Algo de ganas me quedan


No había pensado en lo finito que son los domingos

Cada domingo no es un domingo más

Ahora soy consciente de eso


Salgo

Agarro el celular, las llaves

también un libro

voy a tomarme un café en un lugar que no haya tanta gente

¿Cuántos domingos me quedan?








Taller de Lectura “Bahía Blanca”, una novela de Martín Kohan

Son innumerables las novelas de ciudades, algunas en el plano de la referencialidad, como la Dublín de James Joyce, Berlín de Alfred Alexanderplatz de Alfred Döblin, o la Buenos Aires de Jorge Luis Borges, Leopoldo Marechal y Witold Gombrowicz.

Otras gozan de su existencia en el plano imaginario como la Santa Teresa de Roberto Bolaño, la zona de Juan José Saer, la Santa María de Juan Carlos Onetti y la Macondo de Gabriel García Márquez, pese a tener un claro anclaje en ciudades reales.

Bahía Blanca será la ciudad donde transcurre la mayor parte de la trama de la novela de Martín Kohan (también en Ingeniero White)

⚠️ Atención: "Blanca", "White", "dejar la mente en blanco", "olvidar"⚠️

Bahía Blanca, Ingeniero White. Palermo, Caballito, Inolvidable la descripción y narración del viaje por la histórica ruta 3, de tanto peso simbólico para la Argentina (su opuesto es nuestra cool ruta 40), y que nada tiene que envidiarle a la marketinera ruta 66 estadounidense

Bahía Blanca es elegida por el personaje ya no para recordar sino para olvidar todo. ¿Qué es todo? Es lo que vamos a descubrir leyendo cada una de las páginas de esta magnífica novela.

¿Y qué es Bahía Blanca después de todo? Una novela de amor y desesperación que los lectores no podrán olvidar jamás




🗓️ Sábado 19 de octubre, 17 h
💻 Modalidad Virtual
📌 Actividad arancelada 


Para más información:

📧serodino@gmail.com 





domingo, 4 de agosto de 2024

Poesía | Jacques Prévert: "Este amor"



Jacques Prévert (Neuilly-sur-Seine, Francia)

ESTE AMOR

Este amor

Tan violento

Tan frágil

Tan tierno

Tan desesperado

Este amor

Bello como el día

Y malo como el tiempo

Cuando hay mal tiempo

Este amor tan verdadero

Este amor tan hermoso

Tan feliz

Tan alegre

Y tan irrisorio

Temblando de miedo como un niño en la en la oscuridad

Y tan seguro de sí mismo

Como un hombre tranquilo en medio de la noche

Este amor que da miedo a los otros

Que los hacía hablar

Que los hacía palidecer

Este amor acechado

Porque lo acechábamos

Acosado herido pisoteado rematado negado olvidado

Porque lo acosamos herimos pisoteamos rematamos negamos olvidamos

Este amor íntegro

Tan vivo aún

Y soleado

Es el tuyo

Es el mío

Es el que ha sido

Es algo siempre nuevo

Y que no ha cambiado

Tan verdadero como una planta

Tan tembloroso como un pájaro

Tan cálido tan vivo como el verano

Juntos podemos los dos

Ir y venir

Podemos olvidar

Y después volvernos a dormir

Despertarnos envejecer sufrir

Volvernos a dormir

Soñar con la muerte

Despertarnos sonreír y reír

Y rejuvenecer

Nuestro amor sigue allí

Empecinado como un borrico

Vivo como el deseo

Cruel como la memoria

Ridículo como los arrepentimientos

Tierno como los recuerdos

Frío como el mármol

Hermoso como el día

Frágil como un niño

Nuestro amor nos mira sonriendo

Nos habla sin decir nada

Y yo lo escucho tembloroso

Y grito

Grito por ti

Grito por mí

Te suplico

Por ti por mí por todos los que se aman

Y los que se han amado

Sí le grito

Por ti por mí y por todos los demás

Que no conozco

Quédate

Allí donde estás

Allí donde estabas antes

Quédate

No te muevas

No te vayas

Nosotros los que somos amados

Te hemos olvidado

Pero tú no nos olvides

Sólo te teníamos a ti sobre la tierra

No permitas que nos volvamos fríos

Aunque sea cada vez desde más lejos

Y desde donde sea

Danos señales de vida

Mucho más tarde desde el rincón de un bosque

En la selva de la memoria

Surgiendo de repente

Tiéndenos la mano

Y sálvanos.



Palabras, Jacques Prévert, Barcelona, Editorial Lumen 

Título original: Paroles, Gallimard, 1949

Traducción: Federico Gorbea