Tal vez alguien entra a un ciber, pide una máquina, y al “Iniciar”
encuentra una casilla de correo abierta. En lugar de cerrarla, decide hacer
clic en la bandeja de entrada y comienza a leer. Lector voyeurista.
Lector entrometido, que accede a la intimidad de Octavio. Y
también a la de Laura. ¿Son estas dos personas? Para la historia que se propone
contar Gonzalo Viñao, devienen en personajes.
Difícil intentar pensar el punto de vista. Porque cuando se
leen cartas ajenas, quizás no haya un “yo”, una identificación lo suficientemente fuerte como
para lograrse. El lector de cartas es como el espectador de un partido de tenis
ubicado en el centro de estadio, a la misma altura de la red de juego, que
mueve su cuello al ritmo de la dirección de la pelota amarilla, observando el
golpe de uno, la devolución del otro. El lector de “Interferencias” hace lo
mismo: en cada correo, va conociendo lo que ambos sintieron. Y sienten.
En esta ¿novela? no hay héroes ni mayores desplazamientos.
Sólo intercambios de correos electrónicos. No se evidencias desplazamientos
físicos reales, más allá de la voluntad expresa de juntarse algún día en un día
a tomar algo.
El espacio de la
historia es la red. Transcurre en el plano de lo virtual. No sabemos si están
en sus casas, cómo son estas, con quiénes viven, si es que comparten con
alguien (al final puede llegar a saberse algo de uno de los dos protagonistas).
Muy pocas pistas.
Sujetos que vuelven de un pasado que ya no conviene recordar
se comunican luego de dos años de silencio. Pero apenas dialogan, se reprochan,
se reclaman y se extrañan. Declaran que se quieren. Y se contienen
afectivamente. Todo a la vez. Hasta que aparezcan en la superficie las
diferencias; mejor dicho, como bien expresa el título del libro, las “Interferencias”.
Entonces esta historia de amor se hace triste y angustiante,
aunque no desdichado. No hay futuro. No hay solución. Dilema. Si se escriben se
pelean. Si no se escriben, se recuerdan. Si se recuerdan, se contactan.
Para una relación como el de Laura y Octavio, la web no funciona
para compartir lecturas y películas sino como excusa para reiniciar la
comunicación. Que apenas establecida, aparecen los verdaderos temas de este vínculo
irrealizable, ya no sólo físicamente sino en el plano virtual. Un amor que no
lleva a ningún destino pero que tampoco pueden cortar.
Lo que sí puede decirse, de acuerdo a lo leído en la novela,
es que se puede prescindir de los cuerpos y las salidas, pero no se puede dejar
de extrañar las ideas, las miradas del mundo de una persona querida y admirada.
Ficha técnica
Autor: Gonzalo Viñao
Título: Interferencias
Editorial: La Bola Editora, Mar del Plata.
Año de edición: 2013
Páginas: 104.
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